(En español más abajo)
It’s Sunday evening and I am working in the dining room, but not with hurry or pressing need (it’s almost like I am doing to kill some time). It’s cool outside, but the big rainfalls this week have cleared all the snow (which we had, and in a big quantity). The kids are either working or with friends; Gaby went over some friends and she is still not back, which obviously means she is having a great time!
I am listening to Argentine soccer while I work. When I have the feeling a goal is coming, I simply <Alt>+<Tab> and watch it; otherwise, I pretend I am listening to the radio. Florencia baked brownies, so the house smells really good (and the brownies taste great). In order to warm my stomach and my spirit, I made me a cup of instant pea soup, my favourite (I still have some boxes from Gaby’s trip to Argentina last December). I also have a bottle with unsweetened orange juice, also from Argentina, because you cannot buy that flavour here in Canada for some reason.
While I am doing work, I am already planning the week that is just beginning, and that looks busy. I also have some other ideas and projects in my mind, things that I keep telling myself I have to put on paper some day. The day went easily, and we are getting close to dinner time. Gaby told me that we will have veal schnitzels with mashed potatoes, so my poor stomach is already excited with those news.
We have a quiet life these days. Gaby, the kids and I are all super busy, which for example has caused this blog to stay in the back burner for so long. I never forget about it though. I keep writing down stories that I need to write, but that I never sit down to actually follow through. I keep promise myself that next time I have to spend a night in a hotel, I will spend an hour or two writing a couple of posts. I never do it. Maybe this week? Who knows!
That is all I have. I just wanted to give you a glimpse of my daily life, after so much time. Life keeps going on, and everything is OK. We live well, and that’s a good thing. I never stop thinking about home, my family, my friends, the sounds, the music, the food and the traditions that we miss, but living here and today is not that bad.
I send you all a hug. We’ll talk soon.
Es domingo por la tardecita y yo estoy trabajando en el comedor, pero no con mucho apuro o necesidad (casi despuntando el vicio). Afuera está fresco pero las grandes lluvias de la semana se han llevado toda la nieve (que había, y mucha). Los chicos están trabajando, o con sus amigos; Gaby salió a casa de unas amigas y por lo que está tardando, evidentemente la está pasando muy bien!
Mientras trabajo, estoy escuchando el fútbol de Argentina de fondo. Cuando noto que se viene un gol, hago <Alt>+<Tab> para mirarlo; sino, hago de cuenta de que es la radio. Florencia hizo brownies, así que la casa huele muy lindo (y los brownies estaban buenísimos). Para calentarme el estómago y el espíritu, me preparé un jarrito de sopa Knorr Quick de arvejas, mi preferida (aún tengo unas cajas del viaje de Gaby a Argentina en Diciembre). Tengo también una botellita de jugo de naranja sin azúcar, también traído de Argentina, porque curiosamente aquí en Canadá el jugo light con gusto a naranja no existe…
Mientras hago cositas del trabajo, ya voy planeando la semana que acaba de empezar, y que viene movida. También tengo en la cabeza otras ideas, proyectos, que sigo diciéndome que tengo que poner en papel alguna vez. El día se escurrió tranquilamente y ya se acerca la hora de la cena. Gaby dijo que hoy vamos a comer milanesas con puré, así que mi sufrido estómago ya se está regocijando de antemano.
Es tranquila nuestra vida por estos días. Tanto Gaby, como los chicos y yo estamos super ocupados, lo que por ejemplo hace que este blog haya pasado a tan segundo plano. Nunca lo olvido. Sigo anotando historias que tengo que escribir ‘sí o sí’, pero que nunca me siento a escribir. Me sigo prometiendo que en el próximo viaje que me haga pasar una noche en el hotel, voy a dedicar una hora para escribir un par de posts. Nunca lo cumplo. Tal vez esta semana? Quién sabe!
Eso es todo. Les quería acercar un pedacito de mi vida diaria, después de tanto tiempo. La vida transcurre y todo está bien. Vivimos tranquilamente, y eso es bueno. Uno nunca deja de pensar en la patria chica, en la familia, en los amigos, en los sonidos, canciones, comida y costumbres que se extrañan, pero no está tan mal vivir aquí hoy en día.
Un abrazo. Hablamos pronto.
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