Embarrassing moments
This time wasn't the exception. I got an upset stomach the morning after I arrived, and I was like that until the day before I left. I was so busy that there were a couple of times that I had to skip lunch, which probably made me recover faster. But it was just ridiculous, I would feel bad after having had a chicken breast with white rice!
Tired of working from the hotel every day due to some last minute changes, I decided to go to the office on Monday. It was on the other end of the city, so I was up for a long cab ride. I got there at around noon, and once again chose not to eat. But by 3PM I was really hungry, and my body decided to punish me for that.
I walked into a room where four colleagues were already working very quietly. Of them, the only one I knew was the same one with whom I had that awkward birthday salutation moment I mentioned a couple of weeks ago. I sat there, connected my laptop and started to work... It was odd that nobody was talking or making any noise, the meeting room felt so North American! :-)
That's when my stomach began to rumble. Really loud. I jumped out of my seat and began to talk as to hide the weird sounds coming from my belly. As I was doing that, I carefully backed out and left the room, as if I had suddenly felt the urge to go get me a coffee. I did, but I didn't go back to the room until about 25 minutes later, and not before I went to the cafeteria downstairs and bought an order of pão de queijo...
Luckily, nobody mentioned anything, so I didn't have to say 'It was my stomach, I swear it was my stomach'...
Esta vez no fue diferente, me descompuse a la mañana siguiente de haber llegado, y estuve así hasta el día antes de irme. Estuve tan ocupado que un par de veces me salteé el almuzero, lo que probablemente me hizo recuperar más rápido. Pero era ridículo, me quedaba con el estómago revuelto después de haber comido una pechuga de pollo a la parrilla con arroz blanco!
Cansado de trabajar desde el hotel todos los días debido a cambios de último momento, el lunes decidí irme a la oficina. Estaba en la otra punta de la ciudad, así que el viaje en taxi fue largo. Llegué cerca del mediodía y nuevamente elegí no comer. Pero para eso de las 3PM tenía mucha hambre y mi cuerpo decidió castigarme por eso.
Entré en una sala donde cuatro de mis colegas ya estaban trabajando en silencio. De todos, sólo conocía a una, con la que había tenido ese momento tan embarazoso por su cumpleaños, el que ya comenté hace un par de semanas. Me senté, conecté la laptop y comencé a trabajar… era raro que nadie hablara o hiciera ruidos, esa sala de reuniones parecía norteamericana! :-)
Ahí fue que mi estómago comenzó a crujir. Bien fuerte. Me levanté como resorte y empecé a hablar como para tapar los sonidos que venían de mi barriga. Mientras hacía eso, comencé a retroceder y salí de la habitación, como si de pronto me hubieran dado ganas irresistibles de tomarme un café. Eso hice, pero no volví por unos 25 minutos, no sin haber bajado a la cafetería y comerme de urgencia unos pães de queijo...
Por suerte, nadie preguntó nada, así que no tuve que salir a decir 'Era mi estómago, les juro que era mi estómago'...
Funny story, we are enjoying following your blog and adventures!
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