Monday, September 24, 2012

Watching Flor play

CanadaThere was some sort of a community celebration at a neighbourhood park last Saturday, so I took Florencia with me and headed there to join in the fun. Flor met her good friend Julia once she got there and away they went, running around and making sure that they went on each one of the inflatable castles and other attractions they had brought for the occasion.

I couldn't get Santi, Caro or Juan to come as well, of course. They're all teenagers now, so this kind of events are not attractive to them anymore. They will surely prefer to stay home watching TV, playing games, posting absurd statuses on Facebook or Twitter or just doing nothing.

I soon realized that I didn't have many more years of Florencia being 'a kid' either. She's going to be 9 in exactly one month, so she's already beginning to show subtle signs of a transition that is just around the corner. The years of cuddling, wrestling, tickling and hugging with my kids are coming to an end; they're not 'kids' anymore. It wasn't exactly an epiphany, but more of a rather obvious realization, but I still felt a wave of melancholy and -why not- even sadness covering me at that same moment.

I got on my knees, hugged Flor and told her:

- Go with your friend and have all the fun in the world, I will be watching you from that bench if you need me.

Florencia left, running happily, and I just sat there, looking down, thinking about empty nests and the fact that I am indeed getting old. I was still lost in this train of thought, wondering what I was going to do with my life once the kids were all gone, when I heard this very familiar voice right behind me:

- Alone?

It was Gaby, who had come to join us. Her timing had been impeccable, as usual. I immediately realized that she was the answer to my questions and my worries. I know the kids will eventually leave the house, but they will always be close to us. And as long as I have this wonderful woman by my side, like I had in the last 20+ years, I will never have to feel lonely, because I will never be alone. Growing old with her will be a fantastic experience.

OK. Growing oldER... sigh.




ArgentinaEste sábado que pasó hubo una celebración vecinal en un parque de por aquí, así que me la llevé a Florencia conmigo para que se divirtiera un poco. Florcita se encontró con su amiga Julia cuando llegó y allí salieron las dos, correteando y asegurándose de meterse en cada uno de los castillos inflables y las otras atracciones que habían traído para la ocasión.

No hubo forma de lograr que Santi, Caro o Juan vinieran también, por supuesto. Ya son adolescentes, así que esta clase de eventos ya no los atraen. Seguramente prefieren quedarse en casa mirando la tele, jugando videojuegos, escribiendo cosas absurdas en Facebook o Twitter o simplemente haciendo nada.

Pronto caí en la cuenta de que tampoco era que me quedaban muchos años de disfrutar a Florencia como una 'niña'. Mi hija va a cumplir nueve años en exactamente un mes, así que ya está comenzando a mostrar signos de esa transición a la adolescencia que está a la vuelta de la esquina. Los años de mimos, 'luchas', cosquillas y abrazos parecen estar llegando a su fin; mis chicos ya no son 'chicos'.  No fue exactamente una epifanía, sino que una el reconocimiento de algo obvio, pero de todos modos sentí una ola de melancolía y -por qué no- tristeza que me cubrió en ese momento.

Me agaché, abracé a Flor y le dije:

- Andá con tu amiguita, hija, y divertite todo lo que puedas. Yo te voy a estar mirando desde aquél banco por si me necesitás.

Florencia salió corriendo, feliz de la vida, y yo me quedé allí, mirando al suelo, pensando sobre nidos vacíos y el hecho de que es cierto, me estoy poniendo viejo. Seguía en este tren de pensamiento, pensando en qué iba a ser de mi vida una vez que los chicos se hubieran ido, cuando escuché una voz demasiado familiar detrás de mí:

- Solito?

Era Gaby, que había vuelto a casa y venía a estar con nosotros. Su timing había sido impecable, como siempre. Inmediatamente me dí cuenta de que ella era la respuesta a mis preguntas y preocupaciones. Sé que los chicos se van a ir de casa en unos años, pero también sé que siempre van a seguir estando cerca de nosotros. Y mientras tenga a esta maravillosa mujer a mi lado, como la he tenido en los últimos 20 años o más, no voy a tener que sentirme solitario, porque nunca voy a estar solo. Envejecer junto con ella va a ser una aventura fantástica.

OK. Envejecer aún más... ufa.



3 comments:

  1. Que bonito lo que escribiste, hasta me salio lagrimita :), te felicito por tu matrimonio, saludos

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  2. Que lindo momento para llegar tu esposa, son esos detalles de la vida lo que la hacen tan maravillosa, ánimo que así como los hijos crecen pronto llegarán los nietos y la historia vuelve a comenzar.

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  3. ¡Gabriel! la verdad es que construyeron una familia hermosa. Sigan así.

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