Silly Monkey Stories #03 - Matchmaker

 

DAYS TO GO!!!

  

It was the Austral summer of 1985 (February to be precise), and I had just met a group of girls at the beach in Necochea, my hometown. Among this group, there was a girl named Viviana that I liked a lot. Soon enough, I fell madly in love with her and to my surprise, I was told that something similar was happening 'on the other side'.

 

I was 18 already, but was still very green with regards to dealing with girls. So even though I had been told in every possible way that I would get a 'yes', I still hesitated a lot before asking her out for the first time, and let's not even talk about me telling her how I felt. We would go out and walk around the beach, and sometimes even hold hands, but not a peep was coming out of my mouth.

 

One day, I finally decided it was time. I asked her if she wanted to come to the little house we were renting (just around the corner) with some silly excuse. Once there, we sat at the porch and just when I was about to ask her if she wanted to be my girlfriend, a bird pooped in my head. No, seriously. In my head.

 

I went inside to get clean, both me and Viviana laughing. Inside, I found my mother and my brother Paco, who was seven years old then. He pointed at Viviana and said:

 

- Is this the girl you keep saying you are going to ask to be your girlfriend?

- ...

 

With such a 'great' matchmaking job done for me, I had no more option than to rush things and ask her that same night.

 

We lasted five days together... :-)

 

 

Ocurrió durante el verano austral en 1985 (Febrero para ser más exactos); yo acababa de conocer un grupo de chicas en la playa de Necochea, mi ciudad natal. Dentro de este grupo, había una chica de nombre Viviana que me gustaba mucho. Me enamoré hasta los tuétanos de ella, y para mi sorpresa, me enteré de que había coincidencia 'del otro lado'.

 

Yo ya tenía 18 años, pero aún era muy verde en el tema mujeres. Así que a pesar de que me dijeron de todas las maneras posibles que me iba a decir 'sí', de todos modos tuve muchas dudas antes de invitarla a salir por primera vez, y ni hablemos de decirle lo que sentía por ella. Salíamos a caminar por la playa, a veces hasta de la mano, pero yo no decía ni pío.

 

Finalmente un día decidí que ya era tiempo. Le pregunté si me podía acompañar hasta la casita que estábamos alquilando (justo a la vuelta de la esquina) con una excusa pueril. Una vez allí, nos sentamos en el porch y justo cuando le iba a decir si quería ser mi novia, un pajarito me hizo caca en la cabeza. No, de verdad. En la cabeza.

 

Entré a limpiarme, mientras ambos reíamos. Adentro me encontré con mi madre y mi hermano Paco, que tenía siete años entonces. Señaló a Viviana y preguntó en voz muy alta:

 

- Es esta la chica que vos te pasás diciendo que querés que sea tu novia?

- ...

 

Con semejante trabajo de Celestina hecho por mi hermano, no me quedó más opción que apurar el trámite y declararme esa misma noche.

 

Duramos cinco días juntos... :-)

 

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