Remembrance Day fell on Sunday this year, and since our church is only 50m away from the Cenotaph on the corner of Duke and Frederick, we had a short service yesterday, and then moved to where the ceremony took place.
The service was short but touching; three of 'our' kids (two of them mine, Juan and Carolina) read the gospel along with our minister; after the short sermon, another group of kids (again featuring Juan) sang a very moving song based on the Flanders Fields poem. Few eyes managed to stay dry.
Santi, in the meantime, was outside serving coffee and chocolate to the people who were already arriving.
The ceremonies began at around 10:40, and soon enough we heard the martial music announcing the arriving of the veterans. Among them, Lloyd Donohue, whom I know as he's a member of my church and father of Lynda and Wendy (current and former choir members, respectively).
Lloyd had been interviewed by our local newspaper, The Record, and the article appeared on last Friday's edition (link). There also is a clip with the interview (here) and another one of him reading a poem (here).
Everybody paid tribute to this brave men with a thunderous round of applause. Then it was time for a deafening, poignant two minutes of absolute silence; finally, after a few words, more than 70 wreathes were laid.
The veterans and the bands marched away, and then people started to walk around the Cenotaph and pay their own tribute to the fallen troops. It was very nice to see people blowing kisses to a wreath, or little kids leaving their poppies there.
You know I come from Argentina, and I have made comments like this here before (like on my Thanksgiving Day Parade post); I wish we treated our war veterans in Argentina with just half of the respect and devotion we do for the Canadian ones. But it is so difficult down there... to think that we sent 19 year old kids with no training, weapons or appropriate clothes to fight a war that was lost beforehand in a desperate attempt to help a group of drunken officials to perpetuate in the power... So many kids that fought valiantly and ended slaughtered and we still hide them 25 years later...
That's why I dedicate Remembrance Day to the memory of our own war heroes too. I'm very proud of both 'my' Argentine and Canadian war veterans.
Having two citizenships can sometimes be a privilege: I feel extremely proud to be Canadian, but also immensely proud of my Argentine roots.
Remembrance Day cayó en domingo este año, y como nuestra iglesia está a sólo 50 metros del Cenotafio en la esquina de Duke y Frederick, tuvimos un servicio corto y de allí nos fuimos a donde tuvo lugar la ceremonia.
La misa fue corta pero emotiva; tres de 'nuestros' chicos (dos de ellos míos, Juan y Carolina) leyeron el Evangelio junto a nuestro ministro; luego del corto sermón, otro grupo de niños (que también incluía a Juan) cantó una canción muy emotiva que estaba basada en el poema "In Flanders Fields". Pocos se las arreglaron para no dejar caer alguna lágrima.
Santi, mientras tanto, estaba afuera sirviendo chocolate y café a la gente que ya estaba llegando.
La ceremonia comenzó a eso de las 10:40, y pronto escuchamos los sones marciales que indicaban el arribo de los veteranos. Entre ellos estaba Lloyd Donohue, a quien yo conozco por ser miembro de nuestra iglesia y también el padre de Lynda y Wendy (actual y ex integrantes del coro, respectivamente).
Lloyd había sido entrevistado por nuestro periódico local, The Record, y el artículo apareció en la edición del viernes (link). También incluyeron un clip con la entrevista (aquí) y otro con un poema que Lloyd leyó (aquí).
Todos pagaron tributo a estos bravos hombres con un estruendoso aplauso. Luego vinieron dos minutos de un silencio ensordecedor y lleno de sentimiento; finalmente, y luego de unas palabras, más de 70 ofrendas fueron dejadas.
Los veteranos y las bandas se retiraron, y entonces la gentec comenzó a caminar alreadedor del Cenotafio para dejar su propio tributo a las víctimas de la guerra. Fue muy lindo ver a la gente tirarle besos a las ofrendas, o pequeños niños dejando sus poppies allí.
Uds. saben que yo vengo de Argentina, y ya he hecho comentarios como éste anteriormente (como en mi post sobre el Thanksgiving Day Parade); desearía que tratáramos a nuestros veteranos de Argentina con la mitad del respeto y la devoción con que se trata a los canadienses. Pero es tan difícil allí... pensar que enviamos a chicos de 19 años sin preparación, armas o ropas adecuadas a pelear una guerra que ya estada perdida de antemano, y todo en un esfuerzo desesperado de ayudar a un grupo de oficiales borrachos a perpetuarse en el poder... Tantos chicos que pelearon valientemente y terminaron masacrados, y los seguimos escondiendo 25 años después...
Es por eso que dedico Remembrance Day a la memoria de nuestros propios héroes de guerra también. Estoy muy orgulloso tanto de 'mis' veteranos de guerra argentinos como de 'mis' veteranos de guerra canadienses.
Tener dos nacionalidades es a veces un privilegio: yo tengo un gran orgullo de ser canadiense, pero nunca voy a dejar de lado mi orgullo de ser argentino.
No comments:
Post a Comment
Please leave a message after the beep