Santi’s biggest goal

(En español más abajo)

 

If you are a regular reader (I don't have too many left!) you know that even though I pretty much talk about everything, there's a recurring theme: my kids playing soccer, especially Santi. Even though all of my kids play and enjoy soccer, in Santi's case soccer is his life. I remember how we would play in the backyard when he was only a year and a half old (and he would already roll on the grass faking an injury!) I also remember how he would spend the recess at kindergarten (in Argentina) playing sacadita, a soccer game with no field, teams or goalkeepers, where the only goal was to steal the ball from another player and keep control of it for as much time as possible.

When he was 7 or 8 years old, already in Waterloo, he was on the same indoor soccer team with a kid who played really well (Michael Wagenknecht, currently playing for Toronto FC), whose father recommended me I took him to the tryouts so he could play competitive (Rep) soccer. His son played a year up, so good he was already, and Santi ended doing the same, but soon went back to his age group.

With his team, the Waterloo Panthers, Santi had excellent or at least very good seasons, but never bad ones. The fact that he continued playing after his horrific first game (he scored an own goal and committed a penalty within the first 10 minutes) already spoke of his mental strength and determination. He would soon become one of the team's key players and soon it became obvious that he had to move up to his age group's A team.

I remember that long meeting between I had with Santi, my friend Carlos and even Guillermo Ziegler in which we tried to make him understand that if he wanted to 'make it', he needed to play for the stronger team, even if that meant he would have to stop playing with his friends. Santi decided to go back to the B team for a final season, but by the end of that summer it became evident that he was wasting his talent and needed to move on.

And boy did he move on! He started his U15 season scoring 8 goals in the first 5 games, and scoring the winning goal in the Kick off Cup. He had a great season, and an even better the following year, that came with a big reward: the promotion to the highest level in Ontario: the OYSL League - Level 1.

That was last year. We had a very good season in general, but our team really shone in the Ontario Cup, where we made the final game with a Santi that was brilliant from beginning to end. We ended the season very happy but still a tad disappointed, because Santi hadn't been lucky enough for a scout to watch him play. He wanted to be 'discovered', to woo somebody enough for them to offer him a scholarship.

He wouldn't give up, of course, and neither did I. We had always been convinced that Santi will eventually play soccer at a professional level. It was obvious that Canada is not the biggest of markets. Well, let's find another one!

After a few attempts that included a frustrated chance of trying out for a Second Division team in Argentina, I registered him for a 'College Combine' in December, an event where kids his age go and play along with university soccer players, under the watchful eye of the coaches.

This event in particular took place in Pontiac, MI, and since I was already working in the area, I invited two more kids from the team to come with Santi. All three of them did just great and immediately received offers. Santi was probably one of the best (I couldn't be there), as more than 10 colleges and universities immediately showed their interest, coming from places like Iowa, Ohio and West Virginia. Even the world known MIT contacted him!

Santi picked a private university in Michigan, that showed great interest and offered him a very good scholarship. This university has a very ambitious plan for the 2013/14 season and everything indicates that Santi fits in their plans just great. We went to visit the place and meet with the coach and other people a couple of weeks ago, and my son signed his Letter of Intention, which means that he will only be able to play for Cleary (that's the institution name) when the Boreal fall begins.

It's a dream come true, no doubts. For him, for me, for Gaby and for all of those who have followed him and believed in him. It's been many years (10) of sacrifices; a lot of travelling, lots of money, big effort, a lot of frustration dealing with some lazy, disrespectful and/or irresponsible kids, or with cheap and sometimes idiotic parents. Years of fighting the windmills that were represented by the cheap politics, jealousy, the leagues and their miseries, and the protection and privileges that some teams still have. Many times I thought about telling everybody to go to hell and slamming the door, and I finally did it last October. But then, fate wanted for me to come back in January as the head coach, something that I wasn't expecting but that Santi took very well.

Like I said at the end of my 'Coming to Canada' story, it was all worth it. I would do this all over again. I have a feeling of satisfaction, a 'mission accomplished' mood that I'm enjoying very much. But more than anything, we're enjoying the pride of having a sone who is responsible, dedicated and talented. I may have opened every door I found for him, but he was the one who walked through it, and he did it all by himself.

 Santi at the signing of his Letter of Intention in Howell, Michigan
Santi firmando su Carta de Intención en Howell, Michigan

 

 

Si ustedes son lectores habituales de este blog (no me quedan muchos) saben que si bien yo hablo de todo ha habido un tema que fue permanente: el fútbol de mis hijos, particularmente de Santi. Si bien todos mis hijos juegan y lo disfrutan, para Santiago el fútbol es la vida. Recuerdo cómo jugábamos a los penales cuando tenía sólo un año y medio (y ya se tiraba al pasto simulando estar lesionado!) Y cómo también se pasaba los recreos del jardín (en Argentina) jugando a la 'sacadita', una suerte de fútbol sin cancha, equipos ni arqueros, donde el único objetivo era el de sacarle la pelota a otro y evitar que se la sacaran a uno.

Cuando Santi tenía 7 u 8 años, ya en Waterloo, coincidió en un equipo de futbol indoor con un niño que jugaba muy bien (Michael Wagenknecht, actual jugador de Toronto FC), cuyo padre me recomendó que lo llevara a las pruebas para jugar fútbol competitivo. Su hijo jugaba un año 'arriba' de lo bueno que era, y Santi también lo hizo, pero pronto volvió a su edad.

Con su equipo de entonces, los Waterloo Panthers, Santi acumuló temporadas excelentes o muy buenas, pero nunca malas. Que hubiera seguido luego del espantoso primer partido que había tenido (un gol en contra y un penal cometido en los primeros 10' de juego) hablaba ya de su fortaleza mental y determinación. Pronto se convirtió en uno de los jugadores estandartes del equipo y su pase al más competitivo equipo A fue un hecho.

Recuerdo la larga reunión entre Santi, yo, mi amigo Carlos y hasta Guillermo Ziegler en la que tratamos de convencerlo de que si el quería llegar lejos en el fútbol tenía que jugar en el equipo más fuerte, aunque le costara dejar a sus amigos de años. Santi decidió volver al equipo B una temporada más pero al final de ese verano se hizo muy evidente que estaba desperdiciando su talento y necesitaba progresar.

Y vaya si lo hizo. Arrancó su temporada U15 haciendo 8 goles en los primeros 5 partidos y anotando el gol del campeonato en la Kick off Cup (Copa de Inicio de temporada). Tuvo una temporada muy buena y otra aún mejor al año siguiente, que vino con el premio de un ascenso a la categoría máxima del futbol en Ontario: la liga OYSL - Level 1.

Esto fue el año pasado. Tuvimos una buena temporada en general, pero brillamos en la Copa de Ontario, donde llegamos a la final con un Santi que estuvo brillande de principio a fin. Terminamos la temporada muy contentos pero a la vez algo desilusionados, porque Santi no había tenido la suerte de que lo hubiera visto un 'scout', esa gente que van a observar chicos y luego les ofrecen ir a esta o aquella universidad.

Igual el no se dio por vencido y por supuesto yo tampoco lo hice. Ambos siempre estuvimos convencidos de que Santi algún día iba a jugar al fútbol profesionalmente. Era obvio que Canadá no era una gran vidriera. Bueno, a buscar otra!

Luego de algunas aventuras que incluyeron la chance frustrada de probarse en un equipo de la segunda división de Argentina, lo anoté en un 'College Combine' en Diciembre, un evento donde los chicos de 17, 18 años juegan con futbolistas universitarios, bajo la atenta mirada de sus coaches.

Este evento tuvo lugar en Pontiac, MI, y como yo estaba trabajando en la zona, invité a dos chicos más del que hoy es mi equipo a que vinieran con Santi. A los tres les fue fantástico e inmediatamente recibieron ofertas. Santi anduvo realmente muy bien y màs de 10 universidades y colleges se interesaron por él, desde lugares tan remotos como Iowa, West Virginia y hasta el MIT en Massachusetts.

Eligió una universidad privada en Michigan, que mostró gran interés en el y le ofreció muy buen dinero en concepto de becas. Esta universidad tiene un plan muy ambicioso para la temporada 2013/2014 y tod parece indicar que Santi encaja justo en sus planes. Hace un par de semanas fuimos para allí y mi hijo firmó su carta de intención, lo que significa que solo podrá jugar para Cleary (tal el nombre de la institución) cuando arranque el otoño boreal.

Es un sueño hecho realidad, qué duda cabe. Para él, para mí, para Gaby y para todos los que han seguido su campaña y creyeron en él. Han sido muchos años (10) de mucho sacrificio; muchos viajes, mucho dinero, mucho esfuerzo, mucha mala sangre lidiando con algunos chicos indolentes, irrespetuosos y/o irresponsables y con algunos padres idiotas y miserables. Años de luchar contra los molinos de viento que representaron la política barata, los celos, las miserias de las ligas y la protección y los privilegios que otros equipos tienen. Muchas veces pensé en mandar todo a la mierda y al final lo hice en Octubre pasado. Las vueltas del destino hicieron que volviera en Enero con un título que nunca había esperado tener, ya que estoy como técnico, algo que Santi tomó muy bien.

Pero como dije al final de mi historia 'Coming to Canada', todo valió la pena. Haría esto una y otra  vez. Tengo un sentimiento de satisfacción y de 'misión cumplida' que estoy disfrutando mucho. Pero más que otra cosa, estamos disfrutando mucho el orgullo de tener un hijo que es responsable, dedicado y talentoso. Yo le habré abierto todas las puertas que encontré, pero el que traspuso la entrada fue él solito.

Santi’s first title win, in 2002
Primer título de Santi, en 2002

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