If you know me a little, you will not believe this post. But it did happen. I’m known for a few things around my friends and co-workers: one of them, for example, is my recurring joke about only knowing two food groups: “things I chase” and “things I fry”. Another one is the fact that I haven’t drunk any alcohol in my entire life (I had my first drink about about four years ago, and I have probably drunk five times since then). The final one is that I have never, ever, smoked. Not even as a joke.Until last night.
I’m in the beautiful city of Greenville, South Carolina, doing training. Last night I went out for dinner with a couple of my colleagues, and we found a smoke bar just across the street. Somebody suggested we would go try some hookah, and I was the most surprised of the three when I heard myself say “Okay!”.
In case you don’t know what a hookah is, we could define it as a ‘waterpipe’, an instrument for smoking flavoured tobacco where the smoke goes through a basin and then through a hose. The tobacco is very light, and it’s normally flavoured, as I said before. The one we had last night smelled –and tasted– like apples.
This is a very common tradition in India, Pakistan and other Middle Eastern countries, and it’s gaining many adepts in the New World. I have seen them in the movies, and I even believe that the great “Les Luthiers” once created an informal instrument using a hookah, but other than that, nothing. Still, I went for it and after a few seconds of hesitation, I had my first sip.
Did I inhale the smoke? No. Did I choke? A little. Did I like it? No, not really. But at least I tried something new.
I look a little stoned, LOL – Parezco un poco ‘tocado’, no?
Si me conocen un poco, no van a creer este post. Pero sí, sucedió. Soy conocido por algunas cosas en mi círculo de amigos y compañeros de trabajo: una es mi broma recurrente acerca de que sólo reconozco dos grupos de comida: “cosas que persigo” y “cosas que frío”. Otra cosa es el hecho de que no he tomado alcohol en mi vida (tuve mi primera experiencia hace unos cuatro años y desde entonces apenas si he probado una bebida). Por último, también soy conocido por no haber fumado jamás en la vida. Ni siquiera para hacer una broma.
Hasta anoche.
Estoy en la hermosa ciudad de Greenville, South Carolina, tomando un curso. Anoche salí a comer con un par de colegas, y encontramos un ‘smoke bar’ justo en frente. Alguien sugerío ir a fumar un poco de narguile (o hookah), y yo fui el más sorprendido de los tres cuando me escuché a mí mismo decir “Okay!”.
En caso de que no sepan qué es el narguile o hookah, podríamos definirlo como una ‘pipa de agua’, un instrumento utilizado para fumar tabaco saborizado, el que el humo pasa por una cacerolita y luego a través de una mangera. El tabajo es muy liviano y saborizado, como dije. El que fumamos anoche olía –y tenía gusto– a manzanas.
Esta es una tradición muy común en India, Pakistán y otros países del Medio Oriente, y está ganando muchos adeptos en el Nuevo Mundo. Yo los he visto en el nuevo mundo, y hasta creo que los geniales “Les Luthiers” crearon un instrumento usando un narguile, pero no sé mucho más que eso. De todos modos dije que sí y luego de unos momentos de duda, me animé a probarlo.
Tragué el humo? No. Me ahogué? Un poquito. Me gustó? No, no mucho. Pero al menos me animé a probar algo nuevo.
I was right, they did make an instrument! – Tenía razón, sí hicieron un instrumento!
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Yo probé varios sabores y la verdad es que me gustó, no todos, pero sí el de menta que se sentía refrescante :)
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