Live from Waterloo: Embarrassing moments

(En español más abajo)

Embarrassing moments

I’m in Davenport, Iowa this week. I have been extremely busy, working 15 to 17 hours a day on average between last Friday and yesterday. Needless to say, I have slept very little (it seems tonight will be the exception!) so my judgment and my reactions are, well… slow.

I got up on Wednesday after what I though was 15 minutes of sleep and proceeded to go to take a shower. After that, I grabbed my toothbrush and was about to apply the tooth paste… when I realized I had my disposable razor in my hand instead!

Laughing, I said to myself: “Wow, I certainly am absent minded this morning!”. I put the razor down and grabbed the real toothbrush. Then I applied a generous amount of toothpaste on it.

I was kind of surprised to see that my toothpaste had suddenly become transparent. I looked at the container.

It wasn’t tooth paste, of course. It was Polysporin ®, the very well known healing ointment that I always carry with me because of my stubborn ingrown toenails. It was a miracle I didn’t put that stuff in my mouth!

It took me a good five minutes to clean my toothbrush so my gums wouldn’t be numb because of the Polysporin. I couldn’t believe had stupid I felt at that moment.

Judging by how the day unfolded after that, I should have had gone straight back to bed at that point.

They don’t even look alike! – Ni siquiera se parecen!

Estoy en Davenport, Iowa esta semana. He estado muy ocupado, trabajando 15 a 17 horas por día desde el último viernes y hasta ayer. No tengo ni que decir que he dormido poco y nada (aunque esta noche parece ser la excepción), así que mi claridad de mente y mis reacciones son… bueno, bastante limitadas.

El miércoles me levante luego de lo que sentí habían sido 15 minutos de sueño y me fui a dar una ducha. Después, munido de mi cepillo me dispuse a lavarme los dientes. Ya me iba a poner el dentífrico cuando caí en la cuenta de que lo que tenía en la mano era mi afeitadora descartable!

Riendo, me dije: “Guau, estoy especialmente abombado esta mañana!”. Dejé la afeitadora y esta vez sí agarré el cepillo de dientes. Luego apliqué una generosa cantidad de pasta sobre él.

Me llamó un poco la atención el hecho de que mi pasta dentífrica se hubiera vuelto súbitamente transparente, así que miré el envase un poco más detenidamente.

No era dentífrico, por supuesto. Era Polysporin ®, el muy conocido ungüento cicatrizante que siempre llevo conmigo debido a mis muy testarudas uñas encarnadas. Por milagro no me zampé ese mejunje en la boca!

Me llevó unos buenos cinco minutos limpiar mi cepillo para que mis encías no se durmieran por culpa del Polysporin. No podía creer lo estúpido que me sentía en ese momento.

A juzgar por cómo me fue en el resto del día, debería haberme vuelto derechito a la cama y seguir durmiendo…