(En español más abajo)
We were in Toronto last weekend, and spent Sunday afternoon driving around, particularly in the Chinatown area. We walked –and walked– and even had lunch in one of the restaurants in the neighbourhood (good food, really bad service, and they only accepted cache). As we were waiting for the food, the diuretic both me and Gaby had taken in the morning began to make effect (we both suffer from high blood pressure). To our chagrin, the washroom at the restaurant was out of service (and they expected a tip!).
We left the place and quickly got in the car, and then we started to frantically look for a Tim Hortons or a McDonald’s we could make a quick stop at. I remembered there was one on the corner of Dundas and Dufferin, so we headed that way.
Once we got there, I realized that it was a Sunday afternoon, so parking was definitely a problem. I had to keep on driving around. What to do?
Gaby had the solution. There was a hospital just across the street! We stopped, parked (legally), left the kids in the car and ran inside.
Less than five minutes later, and as we were coming out, my wife said:
- See? We came to the hospital, and five minutes later we are so much better than we can leave already.
I guess Canada’s health system does work! :-)
Pasamos el fin de semana en Toronto, y dedicamos el domingo a pasear por la ciudad, particularmente por Chinatown. Caminamos –y caminamos– y hasta paramos a comer en uno de los restaurantes de la zona (buena comida, pésimo servicio, y sólo aceptaban efectivo). Mientras esperábamos a ser atendidos, los diuréticos que tanto yo como Gaby habíamos tomado en la mañana comenzaron a hacer efecto (ambos sufrimos de presión alta). Para nuestra desesperación, el baño del restaurante estaba fuera de servicio (y éstos encima esperaban propina!).
Salimos ‘rajando’ del lugar y nos metimos en el auto, para buscar desesperadamente un Tim Hortons o McDonald’s donde pudiéramos hacer una ‘escala técnica’. Recordé que había uno en Dundas y Dufferin, así que enfilé para allí.
Cuando llegamos, caí en la cuenta de que era domingo por la tarde, así que conseguir lugar para estacionar iba a ser un problema, por lo que tuve que seguir dando vueltas. Qué hacer?
Gaby tenía la solución. Había un hospital justo en frente! Paramos, estacionamos (legalmente), dejamos a los chicos en el auto y nos metimos en el edificio a toda velocidad.
Menos de cinco minutos más tarde, y mientras ya salíamos rumbo a la calle, mi esposa comentó:
- Viste? Vinimos al hospital y cinco minutos más tarde ya estamos tan bien que nos podemos ir.
Parece que el sistema de salud canadiense funciona bien, nomás! :-)
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"Mientras esperábamos a ser atendidos, los diuréticos que tanto yo como Gaby habíamos tomado en la mañana comenzaron a hacer efecto" - "Salimos ‘rajando’ del lugar y nos metimos en el auto" - "buena comida, pésimo servicio".
ReplyDeleteComo sabes que la comida es buena si salieron rajando?
O salieron rajando despues de comer, entonces no estaban tan apurados.
O agarraron la comida y la comieron en el auto.
O comieron adentro del hospital.
Estás seguro que la escala técnica la hicieron en el hospital?
JAJAJAJAJAJAJA
ReplyDeleteNi un centavo de propina al pobre chinito?
ReplyDeleteDiscriminador!
Cada vez que ando por el centro de San Isidro y tengo ganas de hacer pipí, me mando con total confianza al sanatorio san lucas. Tengo identificado un baño en el subsuelo, bastante escondido, que nunca está ocupado. :-)
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