With the game still 0-0 and just a couple of minutes to go, our chances of finally making it to OYSL were disappearing (we had been so close!). There was only time for a heroic goal, and I knew exactly who that hero could be. Justin took a beautiful corner kick and the ball landed in the middle of the 18 yards. A couple of players missed their attempts to either clear the ball or send it in; Santi jumped just on top of the dot used for penalty kicks and opened his right leg wide. He softly touched the ball, changing its direction slightly. In my mind, it took about five minutes and a thousand bounces for that ball to go in. But it did!
Unlike the week before, we were now winning the game at the very last moment. There was only time for a couple more plays and that was it. We celebrated, of course, but we still had one more game. I shook hands with the Guelph coaches and players (they had played a great game) and left, not before I had a 30-seconds conversation with a pompous ass who had said to me right before the game:
- I want you guys to lose; if it is up to us next week (they were playing against Norwest), I will want our guys to lose so you don't move up!
You can imagine what I said to him. Hey, I can be a sore winner too!
Exactly a week later, and with me out of the country, our team face the tough opponents from London. Following a suggestion by our head count, Santi had created a 'Facebook event' and between the two of us we had invited over 200 people (plus those invited by the rest) so there was a very decent crowd, including Gaby, the kids, our friend Carlos (who is Argentine and lives in Waterloo) and part of our 'extended family', my 'niece' Tathy and her mom, who had come from London (they should've come in the bus, with the other team!). I didn't know what to do myself. Should I stay in the hotel and wait for updates? Should I just carry on and try not to think of it? Yes, right, like that would work! I sent encouraging messages to the players whose numbers or Twitter users I had, and then I went out for dinner with my co-workers.
Our guys were very nervous, and London almost scored in the first minute of play, but Santi quickly take care of business, capturing a loose ball and then sending a furious shot to the back of the net. I celebrated -loudly- as I was finishing my Won Ton soup and everybody else was talking business.
A few minutes later we were given a penalty kick, and Nikola established the 2-0. "That's it", I thought, "They can't recover from such an early lead". They did, though, as we went to halftime with the score 2-1.
A free kick by Santi in the second minute of the second half found Stefan ready as usual and it was our other striker who brought some peace to us. It seems like they celebrated for too long, though, because London quickly scored the 2-3 after what Santi described as a 'Messi-like' play.
After that, and for 30 minutes, nothing... I kept asking Juan and Caro (I had one on each phone) for news, and they kept saying that there was nothing going on. "But are we closer to scoring our fourth or is London getting closer to the tie?" I asked. "It's very even", they said, “anything could happen at this point”.
I had no more nails to bite, and my co-workers were now more pending of my reactions than of what they were talking about or the food that was still not coming after almost an hour. "We need the hero again", I thought, and then I twitted this:
I put 'Warriors' but I was of course thinking of Santi. And he delivered again.
Sam went on a fantastic run, beating guys left and right and then sent the ball through for our #7, who appeared out of nowhere and hit the ball as hard as he could, putting it in the top corner. That was it, 4-2 with less than 10 min to go, it was time to relax and get ready to celebrate.
And so we won. All these years of hard work, going up and down, dealing with frustrations and enjoying brief moments of happiness… it’s all over. Santi and the Warriors are finally going to the Ontario Youth Soccer League, at the best age possible (17). Some players don’t know how important this can be for the future of their kids; scouts usually come to OYSL games, looking for prospects they can offer a scholarship for universities in Canada and the US. Who knows, this could be Santi’s big break.
Celebrating Santi’s 2nd goal, after a great play by Sam (4)Celebrando el segundo gol de Santi, luego del jugadón de Sam (4)
The Warriors finally did it, they’re the first boys team to go to OYSL since 2006. Santi’s huge effort and commitment is finally rewarded, and I couldn’t be prouder.
(Continúa desde aquí)
Con el partido aún 0-0 y sólo un par de minutos para que terminara, nuestras chances de irnos a OYSL se desvanecían (y estábamos tan cerca!). Sólo había tiempo para el gol heroico, y yo sabía exactamente quién podría ser el héroe. Justin pateó un delicioso corner y la pelota aterrizó en el medio del área. Un par de jugadores erraron sus cabezazos (ya sea para despejar o anotar); Santi saltó justo arriba del punto del penal y extendió su pierna derecha. Le dio un toquecito sutil a la pelota, como para cambiar apenas su dirección. En mi mente, pasaron cinco minutos y mil rebotes en el piso hasta que la pelota entrara. Pero entró!
A diferencia de la semana anterior, esta vez éramos nosotros los que ganábamos el partido en el último momento. Sólo hubo tiempo para un par de jugadas más. Celebramos, por supuesto, pero aún había un encuentro más por jugar. Me saludé con los coaches y jugadores de Guelph (que habían tenido un gran partido) y me fui, no sin tener una conversación de 30 segundos con un imbécil que me había dicho antes del partido:
- Ojalá que pierdan hoy; si ganan y dependen de nosotros para subir (ellos jugaban con NorWest, que tenía chances) espero que mi equipo pierda para que Uds. no suban!
Se imaginan cómo fue la conversación, no? Hey, yo también puedo ser un mal ganador!
Una semana después, y conmigo fuera del país, nuestro equipo se enfrentó a los duros jugadores de London. A pedido de nuestro coach, Santi había creado un ‘evento’ en Facebook y entre los dos habíamos invitado como a 200 personas (más las que invitaron los demás), así que había una pequeña multitud mirando el partido, que incluía a Gaby, los chicos, nuestro amigo Carlos (argentino que vive en Waterloo) y parte de nuestra ‘familia extendida’, mi ‘sobrina’ Tathy y su mamá, que se habían venido desde London (deberían haber viajado en el bus con los jugadores!) Yo no sabía que hacer. Me quedaba en el hotel y esperaba novedades? Salía por ahí y trataba de no pensar en el asunto? Sí, claro, seguro que iba a poder! Mandé mensajes de aliento a los jugadores cuyos números de celular o usuarios de Twitter yo tenía, y luego me fui a cenar con mis compañeros.
Los chicos estaban nerviosos, y London casi anota en el primer minuto de juego, pero Santi enseguida se ocupó de tranquilizar a todos, capturando una pelota sin rumbo y ‘reventando’ la red. Yo celebré –en voz alta- mientras finalizaba mi sopa Won Ton y todos los demás hablaban de negocios.
Unos minutos más tarde nos dieron un penal, que Nikola transformó en el 2-0. "Ya está", pensé, "No van a recuperarse de una ventaja tan rápida". Pero lo hicieron, y nos fuimos al entretiempo con el resultado 2-1.
Un tiro libre de Santi en el segundo minuto del complemento encontró a Stefan listo como siempre, y esta vez fue nuestro otro delantero el que nos dio un respiro. Se ve que celebraron demasiado, porque London enseguida marcó el 2-3 luego de lo que Santi describió como una jugada digna de Messi.
Stefan, Santi and Nikola teach everybody how to ‘dougie’ after the 3-1
Stefan, Santi y Nikola dan clase de ‘dougie’ luego del 3-1
Luego de ese gol, y por casi 30 minutos, nada… me la pasaba preguntando a Juan y Caro (tenía a uno en cada teléfono) si había noticias, y los dos decían que no pasaba nada. “Pero estamos nosotros más cerca del cuarto o London más cerca de empatar?”, preguntaba. “Es muy parejo”, me contestaban, “cualquier cosa puede pasar a esta altura”.
Ya no me quedaban uñas que comerme, y mis compañeros ya estaban más pendientes de mi reacción que de lo que estaban hablando o de la comida que después de una hora todavía no llegaba. “Precisamos un héroe, otra vez”, pensé, y luego twiteé esto:
Puse ‘Warriors’ pero por supuesto pensaba en Santi. Y el tipo respondíó de nuevo.
Sam se mandó una corrida memorable, eliminando un jugador detrás de otro, y luego mandó la pelota para nuestro número 7, que apareció como un fantasma y le pegó con el alma, poniéndola en el ángulo. Ya estaba, era el 4-2 con menos de 10 minutos para terminar, tal vez ya podríamos relajarnos y prepararnos para celebrar.
Y así fue, ganamos. Todos esos años de trabajo duro, subiendo y bajando, con frustraciones y breves momentos de felicidad… ya todo pasó. Santi y los Warriors finalmente van a la Ontario Youth Soccer League, en la mejor edad posible (17). Algunos chicos no se dan cuenta de lo importante que esto puede ser para su futuro; a los partidos de la OYSL usualmente viene gente que busca jugadores para ofrecerles becas para universidades de Canadá o USA. Quién sabe, tal vez esta sea la gran chance para Santi.
Video by Justin’s dad, edited by Santi
Los Warriors finalmente lo lograron, son el primer equipo masculino en ir a OYSL desde 2006. El gran esfuerzo y la perseverancia de Santi finalmente tuvieron su recompensa, y yo no podría estar más orgulloso!
Grande Santi! Me alegro mucho por tu logro. Abrazo grande
ReplyDeleteMuchas felicidades a Santi!
ReplyDeleteBien merecido lo tiene.
Felicidades a ustedes también Gabriel, me imagino lo orgullosos que deben estar!
Saludos
Wow que historia y que final!
ReplyDeleteAhora viene una nueva aventura más difícil que la anterior pero no imposible.
Ánimo!