(Continues from here)
As I was telling a couple days ago, Santi’s team was looking very well, with just a couple of games to go. We were still in first position, and our next two games were against the two teams that were chasing us (and only other contenders for the title). We just needed a win out of those two games to make sure that we would be still first after them.
We had the first of our two games on a Saturday evening, and it was a monologue. Our team kept going and going, and all the opponent did was to kick the ball out (sometimes so hard that it would take one or two minutes to bring the ball from the parking lot across the street). We were getting desperate as the minutes passed, and we kept missing incredible goals (we hit the posts at least twice). Desperation cost us dearly, because we screwed up in the back and NorWest scored on us in their first chance of the whole game, which also happened to be the last play of the match. We lost 0-1 and we left with a lot of doubts.
Just two days later, we had an away game against our neighbour team, Cambridge. They had taken a two points lead over us due to having won their own match, so we needed to beat them to get back on top. It looked like we were on the right track because Santi scored soon after kick off, and then Justin put us 2-0 ahead. Things were getting back to normal, but Cambridge scored two on us before the half time, and then another goal in the second half. We had a great chance to even the match via a penalty kick. Santi stood in front of the ball, confident, as he had never missed a PK since joining the Warriors…
Some first times are really, really painful!
After having lost both games, things looked really bad for us. Cambridge had taken a five points lead over us, and NorWest had taken second place, one point ahead, due to another victory. Given that Cambridge had only one game left, you would think we had some hope that they could lose and we would take over by winning our last two matches. But they had to play against Kitchener (our other neighbours), who had lost 14 out of 14 games so far that season. We definitely had no hope.
We went to play our second to last game against Guelph knowing that NorWest had tied. “Guys, we will take second place with a win; and we shouldn’t give up on Kitchener, they did much better in their last game so who knows, maybe they pull the upset win”, I said right before the game, but the truth is that I didn’t think we had a chance at all.
We started our game, and it looked very much like our last home game, with our team all over their opponent, but totally unable to score. Our players felt like it didn’t matter anyway, so after that initial push the game fell totally flat and we started to play horribly. Santi’s dream of playing on OYSL (Ontario’s higher level of competition) were over… or at least delayed for yet another year.
We were at about 30 minutes into the second half, score still 0-0, when I got an e-mail from the manager of the Kitchener team:
What???!!! That was a miracle!!! I desperately waved at Santi, and told him (in Spanish) what I had just found out, so he would tell the rest of the players. Then I told the other two coaches and the bench. I knew Santi would know exactly what that meant. We needed to win this game, and then the next, and the title was ours!!!
We only had 15 minutes left, though, and we were playing just horrible. Our two forwards (Santi and Stefan) hadn’t even had a shot to goal so far. Most of our chances had come from one of our midfielders, Nikola, so I suggested we switched them. I knew Santi would be mad, but I also knew that between him and Sam (our best player) they would take control of the midfield and feed the other two guys.
The minutes passed, however, and with just two minutes to go, we were still 0-0. We had been given a great chance by our rivals from Kitchener, but we couldn’t do anything with it. We got a corner kick and pretty much all of our players wanted to be in the box, so we had to tell a few of them to stand back, we didn’t want to lose that game like we had lost to NorWest a week ago. We left three guys in the box, our two forwards and Santi.
Justin took the corner kick from the left side and the ball fell right in the middle of the 18 yards…
(Continues here)
I know, aren’t I evil? :-)
(Continúa de aquí)
Como les contaba hace un par de días, el equipo de Santí venía muy bien, y sólo faltaban un par de partidos. Seguíamos en primer lugar, y nuestros dos partidos siguientes eran ante los dos equipos que nos perseguían (que además eran los únicos otros con chances de ganar). Calculábamos que on un triunfo en uno de esos dos partidos seguiríamos primeros.
Tuvimos nuestro primer encuentro un sábado a la noche, y fue un monólogo. Nuestro equipo iba e iba, y todo lo que hacían los contrarios era tirar la pelota afuera (a veces tan fuerte que había que ir a buscarla al estacionamiento del otro lado de la calle). Nos estábamos desesperando a medida que pasaba el tiempo, y nos perdimos goles increíbles (le pegamos al poste al menos dos veces). La desesperación nos costó mucho, porque bastó un error en la defensa para que NorWest anotara en su primer chance de todo el partido, que también fue la última jugada del encuentro. Perdimos 0-1 y nos fuimos en un mar de dudas.
Sólo dos días despues, tuvimos un partido como visitantes de nuestros vecinos, Cambridge. Ellos habían tomado la delantera con dos puntos de ventaja gracias a su triunfo, así que había que ganar para volver arriba. Parecía que todo iba a estar bien porque Santi anotó un golazo ni bien empezó el partido y luego Justin marcó el 2-0. Todo parecía sobre ruedas, pero Cambridge metió dos goles antes del entretiempo, y luego un tercero en la segunda mitad. Tuvimos una gran chance de igualar el partido merced un tiro penal. Santi se paró detrás de la pelota, con confianza, porque nunca había errado un penal desde que jugaba con los Warriors…
Algunas primeras veces son increíblemente dolorosas!
Luego de haber perdido ambos encuentros, las cosas se pusieron mal para nosotros. Cambridge nos sacó cinco puntos y NorWest pasó al segundo puesto, un punto arriba, gracias a otra victoria. Como a Cambridge sólo le quedaba un partido, uno pensaría que podríamos tener fe en que ellos perdieran y nosotros saliéramos campeones ganando los dos que nos quedaban. Pero ellos jugaban contra Kitchener (nuestros otros vecinos) que habían perdido los 14 partidos que habían jugado hasta entonces. Definitivamente no había chances.
Fuimos a jugar nuestro penúltimo partido contra Guelph sabiendo que NorWest había empatado. “Chicos, nos ponemos segundos con un triunfo; y no debiéramos perder la esperanza con Kitchener, ellos anduvieron muy bien en su último partido, así que quién sabe…”, dije yo antes del partido, pero la verdad era que yo estaba tan desesperanzado como lo estaban ellos.
Comenzó el partido, y fue muy parecido al que habíamos jugado la semana anterior, con nosotros dominando por todos lados, pero sin poder anotar. Nuestros jugadores pensaron que no valía la pena de todos modos, así que luego de ese empujón inicial el partido se cayó y comenzamos a jugar de manera espantosa. Los sueños de Santi de jugar en OYSL (el nivel más alto en Ontario) se terminaban… al menos por este año.
Ibamos por los 30 minutos del segundo tiempo, todavía 0-0, cuando me llegó este mensaje de la manager del equipo de Kitchener:
“Hey Gabriel, les acabamos de dar una chance de ganar la liga.
Le ganamos a Cambridge 3 a 1. Buena suerte en los dos
partidos que les quedan! Espero que ganen ambos y se lleven el título”
Cómo??!! Eso era un milagro!!! Le hice señas desesperadas a Santi, y le dije (en español) lo que acababa de saber, para que pasara la voz. Luego hice lo mismo con los coaches y los suplentes. Sabía que Santi entendería exactamente lo que significaba. Había que ganar sí o sí esa noche, y luego la semana que viene, y el título sería nuestro!!!
Sólo quedaban 15 minutos, sin embargo, y estábamos jugando muy mal. Nuestros dos delanteros (Santi y Stefan) ni la habían tocado, marcados muy eficientemente. La mayoría de lsa chances habían venido por medio de uno de nuestros mediocampistas, Nikola, así que yo sugerí trocar sus posiciones. Sabía que Santi se iba a enojar, pero tambíen sabía que entre él y Sam (nuestro mejor jugador) controlarían el medio campo y podrían alimentar mejor a los otros dos.
Stefan fighting for the ball – Santi and Nikola, looking for the pass
Stefan pelea la pelota – Santi y Nikola esperan el pase
Pasaron los minutos, y con sólo dos para que terminara el encuentro, seguíamos 0-0. Nuestros rivales de Kitchener nos habían servido todo en bandeja, y no podíamos aprovecharlo. Nos dieron un corner y casi todos nuestros jugadores se fueron al área, por lo que tuvimos que gritarles para que se quedaran más atrás, no fuera cosa que cometiéramos el mismo error que contra NorWest una semana atrás y termináramos perdiendo de nuevo. Dejamos sólo a los dos delanteros y a Santi.
Justin le pegó al corner desde la izquierda y puso la pelota bien en el medio del área grande, como dicen los libros…
(Continúa aquí)
Ya sé, ya sé, qué podrido, no? :-)
Qué maldad la tuya! jaja!
ReplyDeleteAAAAAAAAH!
ReplyDeleteEsto es como las películas y me quedé bien picada, malvado! malvado!