After two weeks

(En español más abajo)

 

Well, it’s been two weeks since Gaby and the kids left, and we’re still alive, so I guess we’re doing well (our neighbour was concerned that I might set the house on fire, so take that!).

 

It hasn’t been easy, of course. I don’t think I’ve had a lot of difficulties dealing with the daily tasks around the house, but I’m also very aware that I’m not doing them as well as Gaby would. I mean, I’m cleaning up, but I know she would leave the house cleaner. The same applies to the watering of the plants, the laundry, etc. My ‘roommate’ helps around the house, but only if I leave clear and concise instructions. I’m annoyed at the fact that he seems to leave everything anywhere (I found soccer socks on top of the oven range!), but I should think about that times four (OK, times five) and that would be a normal day in my wife’s life.

 

Gaby and the kids are having a great time in Argentina. As I write this, they’re coming back from having spent a week at a resort in the Province of San Luis along with their grandmother. They did lots of things and had a lot of fun, I just can’t wait for the pictures!

 

We’re good too, and we’re really looking forward to our own vacations. Me and Santi will be going to a resort in Virginia, along with 3 of his friends; we will spend a week there, and then two more days visiting my brother who lives near Washington DC. To say that Santi and the other guys are excited would definitely be an understatement.

 

I miss Gaby and the kids. I miss the noise. The house doesn’t feel alive, in spite of me and Santi being here. I miss talking to Gaby after I come back from work; I’m at a time in which I’m about to make very important decisions in my life, decisions that affect everybody, and not having Gaby with me so we can talk about it has been a major let down. We’ve talked on the phone, of course, but it’s just not the same.

 

So… does this mean that I regret having made the decision of having them go to Argentina for nearly two months? Not at all! They’re having a blast, and they will remember this trip for years! Me missing them and feeling lonely when Santi is not staying at home is a very small price to pay.

 

Source: Life in our part of the world

 

 

Bueno, han pasado dos semanas desde que Gaby y los chicos se fueron, y seguimos vivos, así que supongo que estamos bien (nuestra vecina tenía miedo de que yo incendiara la casa, así que ahí tiene, doña!).

 

No ha sido fácil, por supuesto. No creo haber tenido dificultades con las tareas diarias de la casa, pero también tengo muy en claro que no las hago tan bien como lo haría Gaby. Es decir, limpio, pero sé que ella dejaría la casa más limpia. Lo mismo aplica a regar las plantas, lavar la ropa, etc. Mi ‘compañero de cuarto’ me ayuda, pero sólo si yo le dejo instrucciones claras y concisas. Me molesta que pareciera dejar todo tirado por todos lados (encontré medias de fútbol arriba de la cocina!), pero debería imaginarme eso por cuatro (OK, por cinco) y eso sería un día normal en la vida de mi esposa.

 

Gaby y los chicos están pasándola genial en Argentina. Mientras escribo esto, están volviendo de haber pasado una semana en un complejo en la Provincia de San Luis junto con su abuela. Hicieron muchísimas cosas y la pasaron muy lindo, no puedo esperar a ver las fotos!

 

Nosotros también andamos bien, y ansiosos por irnos de vacaciones. Santi y yo nos vamos a ir a un complejo en Virginia, junto con tres de sus amigos; pasaremos una semana allí, y luego nos vamos a visitar a mi hermano por dods días (él vive cerca de Washington DC). Si dijera que están ansiosos por ir me estaría quedando muy corto.

 

Extraño a Gaby y los chicos. Extraño el ruido. A la casa le falta vida, aunque Santi y yo estemos aquí. Extraño hablar con Gaby cuando vuelvo del trabajo; estoy en un momento en que estoy por tomar decisiones importantísimas en vida, que van a afectar a todos, y no tener a Gaby conmigo así podemos hablar y discutir ha sido un gran obstáculo. Hemos hablado largo y tendido por teléfono, por supuesto, pero no es lo mismo.

 

Quiere decir esto que lamento la decisión de haber enviado a todos a Argentina por casi dos meses? No, para nada! La están pasando de maravillas, y van a recordar este viaje por años! Que yo los extrañe tanto y me sienta solo cuando Santi no se queda a dormir aquí es un precio muy pequeño a pagar.

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