What can I say about Ireland? When I first arrived and walked out of the airport, I realized how terrible the country’s weather really is. I could still feel the cold through my four layers of clothes; the wind was so strong it could almost throw me to the ground. The clouds covered the sky with a dark, sad colour. Here, the clouds always seem to be very low to the ground, as if one could simply stretch their arms out and touch them.
After only ten minutes of this, however, the weather changed completely. There was not a cloud in the sky and the sun was out, shining on all the green that extended for miles in every direction. The Irish say that one can have all four seasons in one day, that if one doesn’t like the weather, it’s only a matter of waiting a few minutes.
I learned this the hard way. In the morning, I would look out the window in my room, and I would see it was warm and sunny. I would put on summer clothes and would go out to enjoy the day. Half an hour later, we would be in the middle of a torrential rain! As always, I would be running to make it to my classes (in downtown Dublin) on time, and I would of course get there completely soaked, as if I had been swimming in the Liffey River, the channel that divides the city. This is why I learned never to go out without an umbrella in my bag. That’s Ireland for you!
And what about the Irish? Are they just a bunch of beer-drinking, whisky-downing drunks, as the stereotype tells us? Is it true that everyone has sheep in Ireland? What do they think of Argentina and the USA?
That’s part of my next story!
¿Qué puedo decir de Irlanda? Cuando llegué y quise disfrutar del clima irlandés por primera vez, saliendo del aeropuerto, me di cuenta de lo feo que es el tiempo acá. Hacía tanto frío que lo sentía bajo de mis cuatro capas de ropa; el viento soplaba tan fuerte que casi me tiraba al suelo. Las nubes cubrían el cielo con un color oscuro, triste. Acá las nubes siempre parecen ser demasiado bajas, es como si uno pudiera tocarlas con sólo estirar los brazos hacia arriba.
Pero después de sólo diez minutos, el tiempo cambió completamente. No se veía ni una nube en el cielo y salió el sol, iluminando el verde que se extiende por millas en cada dirección. Los irlandeses dicen que en sólo un día, uno puede tener las cuatro estaciones... si a uno no le gusta el clima, es cuestión de esperar unos minutos!
Aprendí esto muy rápido. Muchas veces, en la mañana, yo miraba por la ventana de mi cuarto, notando que en ese momento estaba calentito y soleado. Me ponía ropa de verano, lista para disfrutar el día. A la media hora, llovía torrencialmente! Yo, como siempre, estoy a las corridas para llegar a tiempo a mis clases en el centro de la ciudad, y por supuesto llego hecha sopa, como si hubiera salido del río Liffey, el canal que divide la ciudad por el medio. Es por esta razón que aprendí a no salir sin tener un paraguas metido en mi bolso. Cosas de Irlanda!
¿Y qué tal los irlandeses? ¿Son solamente unos borrachos que toman cerveza y whisky todo el tiempo, como los pintan en todos lados? ¿Es verdad que todos tienen ovejas? ¿Qué piensan de los argentinos y los estadounidenses?
Eso lo dejo para mi próxima historia!
I really love the place. I hope that someday, I can visit this nice and comforting venue.
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