(En español más abajo)
One of my best friends in high school was a kid named Diego. He lived relatively close from home, and I would spend many evenings at his place. It wouldn’t be unusual for me to stay over, to the point that I would spend the night there at least once a week.
We would not do much, just listen to music (my two favourites were Phil Collins’ ‘Face Value’ and Supertramp’s ‘Paris’), talk, study… a lot. The last couple of years of high school were pretty tough, we really had to study! Both of us were average students (I probably had better marks, especially in the last years), and though we wouldn’t kill ourselves studying, we would always make sure we knew what we had to know, and maybe a little more too.
Diego’s family was typical: his dad was a doctor (I wouldn’t see him a lot), his mother was a very sweet lady with incredible time management skills, as she would be on everything around the house even though she worked full time as well. Diego had a beautiful little sister, with whom ‘I was going to get married’ (poor child, she was too young to realize what she would be dealing with). They also had a beautiful cocker spaniel named ‘Lady’ (I think), with whom I loved to play. I’m still in contact with both Diego and her sister Debora, but through Facebook and after not having heard from each other for about 20 years…
But there was somebody else living at the house, and that would be their housekeeper, a wonderful lady named Mary. To say that she was devoted to this family would be an understatement; there was nothing she wouldn't do to spoil all four of them. Well, she would even spoil me!
My favourite thing about Mary was that amazing ability she had of making a bowl of French fries in a matter of minutes, whatever time it was. 4:00 PM on a Tuesday, just right after we came back from gym? Sure! How about 11:00 PM on a Thursday night, while we are sinking our eyes on text books for that History test? No problem!
There was nothing I like more than going over my friend’s place and be greeted with a big bowl of just made, incredibly tasty French fries. It was such a little gesture, yet indicating of all the love Mary had for ‘her’ family and especially ‘her’ kids. I never heard her say ‘no’ to anything my friends (and even I) asked for.
Those were tough years for me. Things at home weren’t well, and many times I felt like I was raising myself; I would go to school and back, and I would lie if I said that I wasn’t happy that school occupied so much time in my life. My father was 500 km away and my relationship with my mother has never been excellent; and though me and my older brother have always been close in terms of having the same friends, singing together, etc., our relationship wasn’t as strong as it is now. I definitely felt lonely. I would spend many weekends just walking around the city and I would stay awake many, many nights, listening to the radio in the kitchen and just writing songs or reading books because I just couldn’t sleep.
But everything changed whenever I went over my friend’s place. I would get to enjoy that quiet family life that I was looking for, even knowing that I wasn’t part of that family at all. The fact that they also had a lovely lady willing to prepare spectacular French fries for us at 1:00 AM, just because we were hungry, was definitely a factor!
Uno de mis mejores amigos de la escuela secundaria se llamaba Diego. Vivía relativamente cerca, por lo que yo pasaba muchas tardes en su casa. No era inusual que me quedara a dormir, al punto de que por lo general pasaba la noche allí al menos una vez a la semana.
No hacíamos gran cosa; escuchábamos música (los favoritos de entonces eran 'Face value' de Phil Collins y 'Paris' de Supertramp), hablábamos, estudiábamos… mucho. Los últimos dos años de la escuela fueron durísimos, tuvimos que estudiar realmente mucho! Los dos éramos estudiantes promedio (creo que a mí me iba un poco mejor, especialmente al final), y si bien no nos 'matábamos' estudiando, siempre nos asegurábamos de saber lo mínimo indispensable y tal vez un poquito más.
La familia de Diego era típica: su padre era doctor (y no lo veía mucho por su trabajo), su madre era una señora muy cariñosa con una habilidad para organizar su tiempo fantástica, porque estaba en todo alrededor de la casa sin descuidar su trabajo. Diego tenía una hermana menor, muy bonita, con quie 'yo me iba a casar' (pobre chica, no la culpen por su mal gusto, que era muy chiquita para saber con qué cosa estaba lidiando). Tenían una perrita cocker spaniel llamada 'Lady', con quien me encantaba jugar. Sigo en contacto con Diego y sobre todo su hermana, pero sólo a través de Facebook y luego de no haber oído el uno del otro por unos 20 años…
Pero había alguien más viviendo en esa casa, y era la señora que trabajaba allí y cuidaba a los chicos, una maravillosa señora llamada Mary. Decir que estaba dedicada a esta familia era muy poco; no había cosa que no hiciera para malcriarlos a los cuatro. Si hasta me malcriaba a mí cuando iba de visita!
Lo mejor que tenía Mary era esa habilidad de hacer una fuente de papas fritas en un santiamén, sin importar qué hora fuera. Las 4:00 PM en un martes, justo cuando volvemos de gimnasia? Seguro! Qué tal un jueves a las 11:00 PM, mientras nos quemamos los hojos leyendo para nuestro examen de Historia? Ningún problema!
No había cosa que me gustara más que ir a la casa de mi amigo y recibir una fuente de papas fritas humeantes como bienvenida, siempre riquísimas. Era un pequeño gesto, pero muy indicativo de todo el amor que Mary tenía por 'su' familia y especialmente 'sus' chicos. Jamás la escuché decir que 'no' a cualquier cosa que mis amigos pidieran (o yo mismo).
Esos años fueron duros para mí. Las cosas en casa no andaban bien, y muchas veces sentí que me estaba criando solo; iba a la escuela y volvía, y les mentiría si dijera que no me alegraba que el estudio ocupara tanto tiempo en mi vida (iba mañana, tarde, y una vez por semana incluso a la noche). Mi padre vivía a 500 km y mi relación con mi madre nunca ha sido exclente; y si bien mi hermano mayor y yo siempre hemos sido cercanos en cuanto a movernos dentro del mismo grupo de amigos, cantar juntos, etc., nuestra relación no era entonces tan fuerte como lo es ahora. Me sentía muy solo. Me pasaba los fines de semana caminando por ahí, sin saber qué hacer, y me quedaba levantado muchas noches, escuchando la radio en la cocina, mientras escribía canciones o leía algo porque no podía dormir.
Pero todo cambiaba cuando iba a la casa de mi amigo. Disfrutaba esa vida familiar tranquila que tenían y que yo envidiaba, aún sabiendo que la disfrutaba 'de prestado'. El hecho de que en esa casa también viviera esa amorosa señora dispuesta a preparar unas papas fritas 'de película' a la 1:00 AM, sólo porque teníamos hambre o estábamos estudiando, era definitivamente un factor a su favor!
Que buen relato .... Me hizo acordar a los panqueques con dulce de leche que preparaba Mercedes, la señora que trabajaba en casa de mis amigos Eduardito y Clau .....
ReplyDeleteTenian tanto amor, que ningún otro ha tenido ese maravilloso sabor de infancia ...
Gladys