Instead, this gentleman would play the harmonica for us, and he was fantastic! Blind and with short, grey, curly hair, the man would find his way to the end of the train car and then proceed to entertain us with a brilliantly executed song. Though most of the times he would play traditional rhythms from Argentina and other neighbouring countries, there were occasions in which he would adapt a very well known rock song (either Argentine or international). It really sounded cool to hear Queen on harmonica!
Everybody would listen to him quietly, and sometimes people would even clap after he was done. He would say a very soft 'Thank you' and then proceed to walk around with his hand extended to receive some money. Many would give him some coins (I almost always did) and he would always repeat the same phrase, again very quietly, hence making his shyness more noticeable:
- Suerte, gracias, buenas tardes ("Good luck, thank you, have a good afternoon")
Sometimes he would show up with a lady, also blind, which I assumed was his wife. She was even quieter and shyer than him, to the point of almost hide behind his companion's body while he was walking around. They were always holding hands, which maybe prompted me to think they were a couple, when in reality it could be just so they wouldn't lose contact with each other.
The songs this man played on his harmonica sounded so great that many times I felt compelled to start singing along. But when I did, I sang as quietly as the musician spoke, because I felt I was ruining a perfectly executed piece of music... I'm a very good singer, but you shouldn't mess with the classics, you know...
Source: Foro Transportes
En cambio, el hombre tocaba la armónica para nosotros, y era fantástico! Ciego, pequeño y con cabello gris corto y enrulado, este buen señor se las arreglaba para llegar a una punta del vagón del tren (Mitre) y desde allí procedía a entretenernos con una canción brillantemente ejecutada. Si bien la mayoría de las veces tocaba música de ritmos tradicionales o folklóricos de Argentina y países vecinos, en algunas oportunidades se despachaba con adaptaciones de canciones muy conocidas del Rock argentino o internacional. Era realmente impresionante escuchar una canción de Queen en armónica!
Todos lo escuchábamos en silencio, y a veces hasta lo aplaudían cuando terminaba de tocar. El musitaba un tímido 'Gracias' y luego comenzaba a desandar el camino con su mano extendida en caso de que le dieran algo de dinero. Muchos le daban algunas monedas (yo lo hacía casi siempre) y el siempre repetía la misma frase, en voz apenas imperceptible, como para hacer su timidez más evidente:
- Suerte, gracias, buenas tardes...
A veces aparecía acompañado de una señora, también ciega, que yo asumí sería su pareja. Ella era aún más tímida, al punto de casi esconderse detrás del cuerpo de su compañero mientras juntos caminaban por el vagón. Siempre iban de la mano, lo que quizás me hizo suponer que eran pareja, cuando tal vez en realidad lo hacían sólo para no perder contacto entre ellos.
Las canciones que tocaba este hombre con su armónica sonaban tan bien que muchas veces me sentí tentado de cantar. Pero cuando lo hice, canté tan bajito como el músico hablaba, porque sentía que iba a arruinar una pequeña obra de arte musical. Yo soy un muy buen cantante, pero lo suficientemente experimentado como para saber que con los clásicos no hay que meterse, che... :-)
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