Embarrassing moments
The city of Kingsport is the home of the headquarters of Eastman, the world known leader in chemicals, fibres and plastics materials. The size of the local facilities is just incredible, by far the biggest plant I've seen. Its massive chimneys exude big vertical clouds day and night; I bet a good part of this city's workforce is directly or indirectly to this company.
The daily drive to and from the hospital takes me through the mountains, from where I can see part of the Holston River Valley, where the town is located. There is a particular smell sometimes, but I guess it depends on the weather and/or the time of the day.
Last Monday, I started to feel bad right after lunch. It was like I had a tropical storm in my stomach, so I had to leave early and work from the hotel room. I asked an esteemed colleague of mine with whom I was riding if he had a problem with leaving earlier and I explained the situation to him. He was fine with that, so we headed back to the hotel.
As we are crossing a bridge near the Eastman plant, we both smelled that slightly foul odour again. Suddenly, I realized that I had told my co-worker that we were leaving because I had an upset stomach!! I had to do something to clear my name. With my face red like a tomato, I told him:
- Just so you know, the smell comes from outside, not from my insides...
Always a gentleman, my travel buddy smiled and reply:
- I never thought it was you...
And it didn't matter anymore whether he was being honest or not, because the damage had been done already. By me and my stupid mouth.
La ciudad de Kingsport es la sede de los cuarteles centrales de Eastman, mundialmente conocido líder en productos químicos, fibras y materiales plásticos. El tamaño de las instalaciones es increíble, por mucho la planta fabril más grande que haya visto. Sus enormes chimeneas producen inmensas nubes verticales de vapor día y noche. Estoy seguro de que buena parte de la economía de esta ciudad esta directa o indirectamente vinculada a esta empresa.
El viaje diario hacia y desde el hospital me lleva por entre las montañas, desde donde se ve buena parte del valle del Río Holston, donde está situada esta ciudad. A veces hay un cierto aroma que invade, pero calculo que depende del tiempo y/o del momento del día.
El lunes pasado me empecé a sentir mal después de comer. Sentía como si tuviera una tormenta tropical en mi estómago, así que me tuve que ir del hospital temprano y trabajar desde el hotel el resto del día. Le pregunté a mi estimado colega (con quien había venido) si tenía problemas en volvernos más temprano, explicándole el motivo. El no tuvo problemas, así que al rato salimos camino para el hotel.
Cuando cruzábamos el puente cerca de la planta de Eastman, ambos notamos ese olorcito no tan agradable que había descripto. De pronto me di cuenta de que le había contado a mi amigo que nos volvíamos porque yo me sentía mal del estómago!!! Tenía que hacer algo para limpiar mi honor. Rojo como un tomate, le dije:
- Sólo para aclarar... el olor viene de afuera, no de mis adentros...
Caballero como siempre, mi ocasional copiloto respondió:
- Nunca pensé que hubieras sido vos...
Ya no importó si el dijo la verdad o no, porque el daño lo había hecho yo, por no cerrar mi bocota...
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