(En español más abajo)
Once again, I haven’t blogged for a few days. It’s a combination of events that has caused this four days hiatus: a) I didn’t have a lot of spare time (you will see why if you read the next posts this week) and b) I didn’t really have the will. It’s like I’m finally reached a point where I blog when I feel like writing, instead of blogging daily as if it were an obligation. If only that would have meant that the quality of my posts improved… :-)
Anyway, back to the subject. I’ve been driving around the province a lot these past months, like I do every summer. The reason? Soccer, of course, but it’s not only Santi’s team anymore, I now travel with Carolina as well. Take last Saturday, for example: Santi had a game in Chatham (2.5 hours West of Waterloo) and Carolina played in a tournament in Niagara Falls (1.5 hours to the South). There was no way I could have been attending both! I mean, I know I’m a big guy but I’m still a few hundred pounds away from being able to reproduce by division…
I went to Chatham with Santi (and some of the guys); I’m his team’s assistant coach, after all. We beat the local team 3-2, but we didn’t deserve the win. Santi scored the first goal (a penalty kick) and assisted the other two, so I guess he had a good game (it didn’t look like that, honestly). After the game, the guys insisted in going to a mall for lunch. I objected, saying that there were plenty of places we could go without having to go to a food court; I was outvoted, of course. Joke’s on them, the food court had three stores (an A&W, a Chinese food place and a Mr. Sub)! :-)
We left at around 2:45 PM and I missed the exit to the 401 highway, so I had to drive around for about 5 minutes until I could get in. After driving for about 20 minutes in really bad conditions (it was raining and visibility was getting bad), I suddenly had to stop when I saw this in front of me:
A truck had rammed a minivan from behind (it was destroyed) and then run into the incoming traffic after jumping over the median. I don’t know if you can see due to the picture (taken by Santi’s teammate Aaron) is very small, but the front of that truck is very damaged. I couldn’t see any damaged cars on our side, so I have to guess that nobody was unlucky enough to be passing by as this truck flew over the two lanes. Then I realized that the accident had happened just a few minutes ago and thought that… it could have been me!
After verifying that nobody seemed to be seriously hurt (a miracle) and ambulances were already on their way, I resumed my driving, but couldn’t stopped thinking that I might have dodged a bullet. And given that I have already been in an accident, that really conditioned me for the rest of the trip. I became really tense, especially once the rain got so hard that I couldn’t almost see at all. I had to pull over and wait for the rain to die down a little. In the end, a trip that should have taken two to two and a half hours ended being four hours long. I got back home at 7:00 PM and I was expected to go over some friends for dinner at 6:00 PM, so I went there and showed up one hour late, something very unusual in me (especially if there’s food involved!).
My friends commented that I seemed very quiet that evening. The truth is that I was drained of all energy after such a trip, and I’m still thinking of that truck even today. It looks like there were no victims in that accident (I couldn’t find any reports of it), but who knows what could have happened if any cars were going in the opposite direction when the truck went across the median…
It seems that I’m not actually over what happened to me 15 years ago, after all.
Ha ocurrido otra vez, no he blogueado por unos días. Es una combinació de eventos la que causó este parate: a) no tuve mucho tiempo libre (algo que verán a medida que lean mis siguientes posts) y b) no tuve mucha voluntad tampoco. Da la impresión de que de a poco estoy llegando a ese punto en el que escribo cuando quiero, en lugar de ver esto de escribir diariamente como una obligación. Si eso significara que la calidad de mis posts ha mejorado… :-)
De vuelta al tema del post. He andado manejando por toda la región en los últimos meses, como lo hago cada verano. La razón? Fútbol, por supuesto, pero ahora no es sólo Santi, también tengo que viajar con Carolina. Por ejemplo, este sábado que pasó, Santi tuvo un partido en Chatham (2.5 horas al oeste) y Carolina jugó en un torneo en Niagara Falls (1.5 horas para el sur). No había forma de que pudiera estar en ambos lados! Si bien estoy gordo, todavía me faltan unos cuantos cientos de libras para poder reproducirme por división…
Fui a Chatham con Santi (y dos chicos más); después de todo soy el técnico asistente. Le ganamos al equipo local 3-2, pero no merecimos el triunfo ‘ni ahí’. Santi hizo el primero de penal, y dio los pases para los otros dos, así que se podría decir que tuvo un buen partido (pero no pareció así). Luego del partido los chicos insistieron en que querían ir a comer al mall. Yo me opuse, diciendo que hay muchos lugares en los que podríamos parar si tener que meternos en un patio de comidas; por supuesto, fui derrotado 3 a 1. Se embromaron ellos, porque el paupérrimo patio de comidas al que fuimos sólo tenía tres negocios (un A&W, uno de comidas chinas y un Mr. Sub)! :-)
Nos fuimos a eso de las 2:45 PM y me ‘comí’ la salida a la autopista 401, así que tuve que retomar y perdí como cinco minutos hasta que pude entrar. Luego de manejar por unos 20 minutos en malas condiciones (llovía cada vez más y había poca visibilidad), de golpe tuve que parar cuando me encontré con esto en frente de mí:
Un camión de esos enormes que hay acá había embestido una minivan por atrás (y la había destrozado) para luego atravesarse en medio del tráfico que iba en la dirección opuesta saltando el zanjón del medio. No sé si se ve bien en la foto (sacada por Aaron, uno de mis jugadores) porque no es de gran calidad, pero el frente del camión está muy dañado. No pude ver ningún destrozo entre los autos que habían parados de mi lado, así que asumo que ninguno tuvo tanta mala suerte como para ir pasando por ahí cuando el camión voló y aterrizó bloqueando ambos carriles. Pero ahí fue caí en la cuenta de que el accidente había ocurrido hacía solo unos minutos, por lo que… yo podría haber estado pasando por ahí!
Luego de verificar que nadie parecía estar gravemente herido (milagro) y que ya estaban llegando las ambulancias, continué manejando, pero no podía dejar de pensar que evidentemente me había salvado ‘por un pelito’. Y como yo ya he estado en un accidente así, este pensamiento me condicionó por el resto del viaje. Me puse muy tenso, especialmente cuando la lluvia se hizo tan intensa que ya no pude ver casi nada. Tuve que salir de la ruta y parar, esperando que amainara un poco. Al final, un viaje que debiera haber sido de unas dos horas y media terminó durando cuatro horas. Llegué a Waterloo a eso de las 7:00 PM y me estaban esperando en lo de unos amigos para cenar a las 6:00 PM, así que me les aparecí una hora tarde, algo muy inusual en mí (especialmente si hay comida de por medio!).
Mis amigos comentaron que se me veía callado, como apagado. La verdad es que no tenía ni un poquito de energía luego de semejante viaje, y aún hoy pienso en lo que podría haber pasado. Da la impresión de que no hubo víctimas en ese accidente (no pude encontrar reportes sobre el mismo), pero quién sabe lo que habría pasado si algún automóvil (el mío por caso) hubiera estado pasando por ahí cuando ‘aterrizó’ el camión.
Parece que aún no he dejado del todo atrás lo que me pasó hace 15 años.
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Indudablemente un accidente como el tuyo no se olvida así nomás (hace poquito leí la serie completa).
ReplyDeleteY si bien (por lo menos acá en Arg) la mayoría de los accidentes son en realidad imprudencias (de un lado o del otro), lo único que uno puede hacer es tratar de confiar en uno mismo y ser prudente, ¿no?
Pegá una sacudida de cabeza para espantar esos negros nubarrones, y adelante mi amigo!
De paso, me gusta el cambio de look que le diste al blog ;)
Saludos,
Fede
Se te frunció el entrecejo, como diría un relator de futbol.
ReplyDeleteA veces uno piensa que nunca le va a pasar, pero cuando ya te pasó...
No pasaba un alfiler, JorMig...
ReplyDeleteGracias por el comentario y los elogios, Fede. Cuesta, pero ya me sacaré el asunto de la cabeza. Lo bueno es que no tengo más viajes relacionados al fútbol por un mes o algo así.