(En español más abajo)
Embarrassing moments
I’m back! :-)
I’m not a good soloist, but I have always been a good choir singer. I have been singing, on and off, for over 30 years, and I have served under really good conductors; back in Argentina, I sang with
Roberto Luvini and
Rolando De Piaggi, both very well known choral and orchestra conductor, and I learned a lot from both of them. Roberto and I worked together for several years and we became close friends; it was through him that I met Gaby and he was witness to the civil union part of our wedding.
Rolando formed a small group mostly made of those choristers that would go and sing as guests for other choirs, and with them I got to do really cool music as well. He also gave me the in a lifetime chance of performing at the beautiful Teatro Colón, when he needed a small choir for a conducting test he took.
Sometimes, Rolando would give us a call to ask us if we could perform somewhere on a very short notice. One of those calls is the subject of today’s embarrassing story.
It was at lunch on a weekday, and I either happened to be in downtown Buenos Aires or just had the day off, because this happened in 1998 and I was working very close to my house in Martínez. The place were we were supposed to meet? The City Hall.
I wasn’t amused. I seriously despised the guy who was the Mayor of Buenos Aires at that moment (who later went on to become President and finish destroying my country’s economy). To make things worse, I was told we were there to sing ‘Happy Birthday’ to him! This means that the date was September 15th, 1998. :-)
We all sneaked in and met this politician’s wife (who was the one who had hired us). She instructed us to go to a room in which we could rehearse (What? How do you rehears ‘Happy Birthday’?) and that somebody was going to give us a clue to get ready as the Mayor was about to enter the room we were in. What were we supposed to sing the moment we saw him? You won’t believe this.
He walked in, and away we went, to his surprise. Then we sang the corresponding ‘Happy Birthday’ and finally a couple more pieces while he was standing in front of us, as uninterested as he could be. :-)
After our mini-performance (which was very well paid), he proceeded to shake hands with each one of us, asking us a couple of generic questions as it was customary. There have been a script he was following, because I couldn’t hear the same question being asked twice.
It was definitely embarrassing. I even felt a little humiliated, having to treat this guy I really hated as if he were a god, even if it was through music.
A couple of years later, when he finally became President of Argentina, I retold this story and jokingly said that it was my Marilyn Monroe moment (“Happy birthday, Mr. President”). But that’s the kick for tomorrow’s story!
Volví! :-)
Yo no seré un buen solista, pero siempre he sido un buen coreuta. He cantado, con interrupciones, por más de 30 años, cantando bajo la conducción de muy buenos directores; en Argentina, por ejemplo, canté con
Roberto Luvini y
Rolando De Piaggi, ambos excelentes directores corales y orquestrales, y aprendí muchísimo de ambos. Roberto y yo hemos cantado y trabajado juntos por muchos años y nos hicimos muy amigos; fue por él que conocí a Gaby y él fue testigo de mi casamiento por civil.
Rolando, por su parte, formó un pequeño grupo mayormente compuesto de esos coreutas que usualmente cantaban como invitados en otros coros, y con ellos tuve la chance de hacer música muy interesante. El también me dio la chance increíble de poder cantar en el hermoso y muy prestigioso Teatro Colón, cuando necesitó de un pequeño coro para uno de sus exámenes de dirección musical. Recuerdo que cantamos un movimiento de 'Orfeo y Eurídice' de Gluck.
A veces Rolando nos llamaba para ver si podíamos cantar en otros lados, por lo general con muy poco tiempo de aviso. Uno de esos llamados es el tema de mi historia avergonzante de hoy.
Esto pasó al mediodía de un día de semana, y o bien yo justo estaba en el centro o tenía el día libre, porque esto sucedió en 1998, y yo ya estaba trabajando cerca de mi casa en Martínez. El lugar en que teníamos que encontrarnos esta vez? El Palacio de Gobierno Municipal.
No me gustaba para nada el asunto. Despreciaba profundamente al tipo que estaba en ese momento como Jefe de Gobierno de la ciudad (Alcalde), un tipo que con los años llegó a la presidencia y terminó de destruir la economía del país. Para peor, nos dijeron que estábamos allí para cantarle el ‘Feliz cumpleaños’! Esto significa que la historia ocurrió el 15 de Septiembre de 1998. :-)
Entramos al Palacio de Gobierno en puntas de pie y nos encontramos con la esposa del político (quien era la que nos había contratado). Ella nos indicó dónde podíamos ir a ensayar (Ensayar qué? El ‘Feliz cumpleaños’?) y que alguien nos iba a dar una señal para que nos preparáramos porque el Intendente estaba por entrar a la habitación. Qué se suponía que teníamos que hacer cuando lo viéramos? No lo van a creer.
El tipo entró y comenzamos a cantar, para su sorpresa. Luego cantamos el correspondiente ‘Feliz Cumpleaños’ y finalmente un par de canciones más mientras el estaba paradito en frente de nosotros, mostrando tan poco interés como se pueda. :-)
Luego de nuestra mini-performance (que fue generosamente remunerada), el hombre del día procedió a darnos la mano uno por uno, dedicando unos diez segundos por cantante para hacer un par de preguntas genéricas de rigor. Debe haber seguido algún guión, porque no recuerdo que haya hecho la misma pregunta dos veces.
Fue definitivamente un papelón. Casi diría que me sentí humillado, teniendo que tratar a este tipo que despreciaba como si fuera un dios, aunque fuera mediante una canción.
Un par de años más tarde, cuando finalmente se convirtió en el Presidente de Argentina, yo volví a recordar esta historia y comenté en tren de broma que ese había sido mi momento Marilyn Monroe (“Happy birthday, Mr. President”). Pero ese comentario es el prólogo al post de mañana!
... seguro que fué "aburrido"...
ReplyDeleteno se puede destruir lo que ya estaba hecho mierda... además, qué prueba tenes de que no fuera un dios en la tierra?
ReplyDeleteFafa, fue muy aburrido. No sabía si quedarme o irme. Yo terminé cantando frenando, de la duda...
ReplyDeleteNecochino, no conozco muchas religiones, pero sí las suficientes como para estar seguro de que nadie tan inútil puede ser un dios, y mucho menos con esa cara de salame...
Lo que no se puede negar es que en Argentina les dimos oportunidades a todos. En las elecciones del '99, De la Rúa, Duhalde y Cavallo acapararon el 98% de los votos.
ReplyDeleteDe la Rúa 'gobernó' y Cavallo fue su Ministro de Economía. Luego de la crisis y los cinco presidentes en una semana, agarró Duhalde y terminó el mandato del cordobés. Lo dicho, todos tuvieron su momento... y por eso es que no hay chance de que ninguno vuelva.
Claro que después, en el 2003, Menem ganó en primera vuelta. No hay caso, no aprendemos más...
ay Dios!
ReplyDeleteuna cosa así me trauma para siempre...
como hiciste para salir adelante?
sos un heroe :)
Tendrías que haber cantado una canción de ABBA: Can you hear the drums Fernando? Drums, bombos, segual. Hubiera sido premonición... Hay embarrasing moments peores, yo una vez confundí con la madre de una amiga a Maria Julia Alsogaray. No contenta con eso, le estampé un beso en plena calle...
ReplyDeleteJa! Majo, yo trabajé con los Alsogaray por un par de años, en el instituto de economía que dirigía Alvaro hijo. Conocí a los tres hermanos y a los padres. Alvaro Jr era decididamente la 'oveja negra' de la familia, me pareció siempre muy buena persona.
ReplyDeleteMe hiciste acordar de una historia graciosa que sucedió allí y de la que voy a escribir en estos días! :-)
Pero que alto honor que tuviste. No muchos pueden contar esto.
ReplyDeleteCuando íbamos como refuerzo de los tanos, en el Coliseo, le cantamos a unos cuantos, incluído el personaje de esta historia, pero nunca como lo hiciste vos. Idolo!!!
ah si! es verdad. Cantamos el himno italiano y el vapensiero. Ahora me acuerdo...
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