Martin was staying at home for two weeks along with my other brother Paco, while we were waiting for my older brother Guillermo, his family and my mother to join us so we would go to a cottage by lake Huron for a week. Knowing that he loves soccer too, I invited him to join us on a Wednesday evening game.
I was actually doing quite well in net those days, but I had no problems allowing my brother to take my spot that day. I would just play out, but not for a long time, as my leg was acting up again those days.
We started the game and Martin was doing alright (well, he's the only one of the six brothers who can say 'I play soccer' without blushing). I remember the opponent team took a shot from outside the box and Fafa caught it cushioning it with his chest.
In order to keep the game going fast, he just lift the ball over his head and all the way to the back to throw it, but he was interrupted by the referee's whistle.
- What was that?
- A goal, said the ref.
- What??!!
- Your keeper was standing in the line, so when he put the ball behind his neck, he scored an own goal...
The referee was right! Even our teammates were laughing. I was furious, though I'm not sure if I was mad at my brother or not. Martin looked very embarrassed...
In the end, we would win that match and Fafa would do really well in net, until I took his spot and he came to play out. But those first five minutes sure were interesting!
He would eventually top his own bad moment with that 'old lady's fart' penalty kick he took in the semi-finals, but I already talked about it...
Martíín estaba parando en casa por unos días junto a mi otro hermano Paco, mientras esperábamos que vinieran mi hermano mayor Guillermo, su familia y mi madre para irnos todos a pasar una semana juntos en un cottage sobre el lago Hurón. Sabiendo cómo le gusta el fútbol a él también, le pregunté si no quería jugar uno de nuestros partidos de los miércoles por la nochecita.
Yo estaba jugando bastante bien por esos días, pero no tenía inconvenientes en que mi hermano jugara en mi lugar ese día. Yo jugaría fuera del arco, pero no mucho tiempo, porque mi cadera me estaba molestando bastante por esos días (al igual que hoy).
Comenzó el juego y Martín andaba bastante bien (bueno, él es el único de los seis hermanos que puede decir ‘juego al fútbol’ sin ponerse muy colorado). Recuerdo que el otro equipo tuvo un tiro desde afuera del área y Fafa lo atrapó acolchonando la pelota contra su pecho.
Para no perder el rápido ritmo del partido, levantó la pelota sobre su cabeza y hasta atrás de la misma para tirarla, pero fue interrumpido por el silbato del referí.
- Y eso qué fue?
- Fue gol, dijo el árbitro.
- Cómo??!!
- Tu arquero estaba parado sobre la línea, así que cuando puso la pelota detrás de su cabeza, la metió dentro del arco…
El tipo tenía razón! Hasta nuestros compañeros se reían. Yo estaba furioso, pero no creo que estuviera enojado con mi hermano. Martín no sabía dónde meterse...
Al final, terminamos ganando ese partido, y Fafa atajó muy bien hasta que yo lo reemplacé para que jugara ‘afuera’. Pero esos primeros cinco minutos del partido sí que fueron interesantes!
Claro que Martín luego se encargaría de hacer olvidar este momento con ese penal de ‘pedo de vieja’ que pateó en las semifinales, pero de eso yo ya hablé…
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