A month or two later I began my career of Systems Analyst in a private university. It had a ‘college’ system that worked really well for me, as it would allow me to work all day and then study from 19 to 23 hrs. Things went much better for me there, and my interest for everything related to computers got renewed.
It was in that place that I met a Math teacher named Morando, a brilliant man though intentionally unsociable and obnoxious. Many people seemed to get really upset because of his behaviour, which he would exacerbate with comments like: "I will never grade anybody with a 10. Ten is for God, 9 is for me, 8 would be for students far more brilliant than you. I’d say you could aspire to obtain a seven, but I wouldn’t be that optimistic"...
We took the first unit test and I got a 5 for not having answered exactly what he was asking (I had dared to justify my answers). I was furious, but I had understood the game already. The second unit test consisted of only two questions, to which I replied 'Yes' and 'No'. He gave me a 7/10. I made it to the final exam not knowing a lot, but still with an acceptable average.
The one thing I remembered about the exercises for the final test was that they required a square matrix, so I was surprised to see that the exercise on the blackboard was showing a 3x2 matrix instead. I wrote very quickly "This exercise cannot be resolved due to the matrix not being squared", I dropped my test on the professor’s desk and I ran away from the place as fast as I could. I even got on a bus so I would leave the place faster! :-)
I went back about two hours later, looking very casual. My friends were still laughing; they told me that the professor had read my final exam and his face had lost all colour. He had gotten up and added the missing column to the matrix, and then after that he had been in the most vicious of moods for the rest of the evening.
Most of the class did quite bad on that test, but when I went to pick up mine, I verified with satisfaction that the guy had been true to his principles, having no more choice than to grade my test with a 7. :-)
But this wasn’t the last time I outwitted Professor Morando! I will tell you about the other one tomorrow…
Un sábado, después de haberme pasado seis horas de corrido estudiando física, me subí a un colectivo y ni bien me senté saqué la calculadora para comenzar a verificar ecuaciones de manera frenética. Me detuve de golpe y observé con sorpresa que había tres personas más haciendo lo mismo. No volví a pisar ese edificio...
Al mes o dos comencé mi carrera de Analista de Sistemas en una universidad privada. El sistema 'escuelita' me venía bien porque podía trabajar todo el día y luego estudiar de 19 a 23. Allí las cosas me fueron mucho mejor, y mi interés por la computación se renovó totalmente.
Allí también fue que conocí a un profesor de Matematicas de apellido Morando, un hombre brillante pero intencionadamente insociable y provocador. A mucha gente le molestaba esta postura, que exacerbaba con comentarios de tipo: "Yo no le pongo un diez a nadie. Diez es para Dios, nueve para mí, ocho para estudiantes mucho más brillantes que Uds. Yo creo que ustedes pueden aspirar como mucho a un siete, pero yo no sería tan optimista"...
Tomó un primer parcial y me sacudió un cinco por no haber contestado exactamente lo que él habia preguntado (había osado justificar me respuesta). Me quedé furioso, pero entendí como era el juego. El segundo parcial constó de sólo dos preguntas, que yo contesté 'Sí' y 'No'. Me puso un 7. Llegué al examen final no sabiendo mucho, pero con un aceptable promedio.
Lo único que recordaba de los ejercicios del examen final es que requerían una matriz cuadrada, así que me sorprendí de ver que el ejercicio en el pizarrón mostraba una de 3x2. Presuroso, escribí "El ejercicio no se puede resolver ya que la matriz no es cuadrada", entregué mi examen y desaparecí tan rápido como pude. Si hasta me subí a un colectivo 22 para 'rajarme' más rápido! :-)
Volví como a las dos horas, con una cara de pavo bárbara. Mis amigos aún se reían; me contaron que el profesor había leido mi examen y se había puesto lívido. Se había parado y había agregado la columna que le faltaba a la matriz, y luego había estado con un humor de los mil demonios por el resto de la noche.
A la mayoría le habia ido bastante mal, pero cuando yo fui a retirar mi examen comprobé con satisfacción que el tipo había sido fiel a sus principios y no le había quedado más remedio que ponerme un 7. :-)
Pero ésta no fue la última vez en que lo madrugué a Morando! Mañana les cuento otra...
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