Saturday, January 30, 2010

Embarrassing moments - #13

(En español más abajo) 
 

Embarrassing moments
 
CanadaFollowing up on this week’s story about ‘Pucho’ and speaking of that choir...

I worked with "Bridas" choir for many years, almost until I left Argentina. Though most of the singers were employees or their relatives, the choir was quite good, and with the support of the company, we got to do really cool stuff, like those two opera live concerts in which we recorded live CDs in front of an audience of many hundreds.

One of the gigs leading to our first concert was at a small library in downtown Buenos Aires. It was a weeknight, and traffic is always really bad, so we weren't too worried when it started to look like Roberto (our conductor) was going to be late. After all, he lives in the North of the Great Buenos Aires, and traffic is always unpredictable.

But the concert time came and he was definitely a no-show. We somehow got a call from him saying that his car was broken. We had a full house and no conductor, what to do?

Me and Gustavo (the other section lead) started to think of how to carry on without Roberto. "You should conduct", he said.

"Are you nuts?", I replied. "You're the musician here!". Gustavo is not only a really good singer but also an excellent -and prestigious- classic guitar player. "But you have all the basses but Jorge (JorMig), and it's just me and Victor in the tenor section", he observed and he was right.

I had no idea of what to offer as a concert program. We discussed it briefly, and then ended doing a programme that had a mix of opera choruses and contemporaneous pieces like tangos, etc. Very eclectic!

We were doing quite well so far, so I actually gained enough confidence to start talking to the public, introducing every piece and even some background or anecdotal info about them. The guys in the choir could not believe it. Me and Gus were smiling: we were going to get away with it!

Until we got to the final number. I had chosen an opera piece that we were quite good at, "Regina Coeli" from Mascagni’s “Cavalleria Rusticana”. We were doing fantastic until I realized that there was a 1-min instrumental bridge in the middle of the song.

Knowing that I was going to lose all credibility in spite of having explained how precarious our situation was, I did the unthinkable: I broke the four wall right in the middle of the piece and told the crowd:

- And here is where the instrumental part comes; it goes like this...

And then I started to hum it!!! And then the soprano soloist part!!!! I could hear the sound of chorister eyes getting incredibly big right behind me.

How to top that? Easy, after our encore and while thanking the public once again for their patience and understanding, I said:

- I hope you can overlook all the little mistakes we made tonight. I'm clearly not a conductor, but we really wanted to perform for you people tonight, even though we knew that nobody would be able to tell when we were singing the wrong notes better than you...

Why? Oh, yes. It wasn't just a library. It was the Buenos Aires library for the blind...

 
 
Argentina
Continuando con la historia de esta semana sobre ‘Pucho’, y ya que hablamos de ese coro…

Trabajé en el coro "Bridas" por muchos años, casi hasta que me fui de Argentina. A pesar de que la gran mayoría de los cantantes eran empleados o sus familiares, el coro era muy bueno y con el apoyo de la empresa pudimos hacer cosas muy lindas, como por ejemplo dos series de conciertos de música de ópera que fueron grabados en vivo para CD, con una audiencia que estuvo en los cientos de personas.

Una of the presentaciones de cara a nuestro primer concierto fue en una pequeña biblioteca en el centro de Buenos Aires. Era un día de semana por la noche, y el tráfico siempre es malo, así que a nadie le extrañó cuando vimos que Roberto (nuestro director) estaba llegando tarde. Después de todo, el vive en el Norte del Gran Buenos Aires, y el tráfico desde allí es siempre impredecible.

Pero llego la hora del concierto y Roberto definitivamente no iba a llegar. De algún modo se las arregló para llamar y avisarnos que su auto estaba roto. Teníamos una sala llena y nadie para dirigirnos, qué hacer?

Gustavo (el otro ayudante) y yo comenzamos a pensar en cómo salir del aprieto. "Tenés que dirigir vos”, me dijo.

“Estás en pedo?”, repliqué. "Vos sos el músico acá!". Gustavo no sólo es un muy buen cantante sino que también un excelente –y prestigioso– guitarrista clásico. "Sí, pero vos tenés a todos los bajos excepto Jorge (JorMig), y en los tenores estamos sólo Víctor y yo", el comentó, y tenía razón.

No tenía ni idea de qué ofrecer como programa para el concierto. Lo discutimos y arreglamos hacer un programa que incluyera una mezcla de coros de ópera y piezas contemporáneas como tangos, etc. Muy ecléctico todo!

Veníamos bastante bien al principio, al punto que gané confianza como para comenzar a hablar con el público, presentando las canciones y hasta brindando alguna información adicional o anecdótica sobre ellas. La gente del coro no podía creer lo que veían. Gustavo y yo sonreíamos satisfechos: todo indicaba que íbamos a zafar del problema!

Hasta que llegamos a la última canción. Habíamos elegido una parte coral llamada "Regina Coeli" de “Cavalleria Rusticana” (Mascagni), que conocíamos muy bien. Veníamos haciendo un gran trabajo, hasta que recordé que hay una parte instrumental justo en medio de la canción.

Sabiendo que iba a perder la poca credibílidad que había acumulado por haber dirigido aceptablemente luego de explicar lo precario de mi situación, hice lo inpensado: Rompí la ‘cuarta pared’ y me dirigí al público en el medio de la canción.

- Y aquí viene una parte instrumental a cargo de la orquesta; suena más o menos así…

Y me puse a tararear la parte de la orquesta!!! Y luego el solo de soprano (que tampoco había llegado)!!!! Podía escuchar el ruido que los ojos de muchos coreutas hacen al crecer desmesuradamente detrás de mí.

Y si les digo que eso no fue lo peor? Fíjense, luego de nuestro bis y mientras agradecía al público por su paciencia y comprensión, dije:

- Espero que sepan comprender los pequeños errores cometidos esta noche. Claramente, yo no soy un director, pero queríamos cantar para ustedes de todas maneras. Lo peor es que sabíamos que nadie mejor que ustedes para detectar todas las notas que cantamos mal!

Por qué dije eso? Ah, bueno, porque no era sólo una biblioteca. Era la Biblioteca para Ciegos…

 
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4 comments:

  1. Como me perdí semejante evento. Tu debut como director!!
    Aunque la dirección hubiese sido de Roberto igual hubieran escuchado unas cuantas notas que no correspondían, sobre todo de nuestra cuerda.
    A propósito, terrible asado anoche en el festejo del cumple de Fafa, con chocotorta y todo!!!

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  2. Qué guachos... La chocotorta vaya y pase (fue Fort?), pero el asado...

    Qué guachos.

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  3. Asi es la musica es peor que enfrentar a un toro.

    Sin embargo parece que al final todo salio bien...¿no?

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  4. había una parte del "regina Coeli" que hacíamos Jorge y yo nomás y el coro nos respondía: "inneggiamo al signor"... Jorge no había ido... pero Pucho si!. Entonces esa vez la cantaba yo solo y el resto me iba a responder... pero en cuanto canté las primeras letras, se me acopló Pucho pensando que tenía que cantar también, pero por supuesto él no tenía idea de la letra... asi que quedó algo así: mientras yo cantaba "inneggiamo al signor", Pucho decía "amo eoor" porque siempre entraba tarde y repetía lo que creía escuchar de mi...

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