Live from Waterloo is on holidays! We’ll be back on August 5th
I came up with the idea of starting a mini-series after I heard Carolina’s coach ask his players to tell one themselves. Since I was helping coach that weekend, I had to come up with one of my own and I have to say, it was a total success… unfortunately.
This happened several years ago (at least 20!). I had gone to the movies with some friends; I remember at least two of them, Juan Pablo and María Marta (they are siblings, and we used to sing together in a choir). After the movie ended, I decided to go to the washroom.
There I was, minding my own business, when I noticed that Juan Pablo had come to the washroom too, and he was standing –peeing– right next to me. Since both of us were known for being way in the clownish side of life, I decided to play an uncomfortable joke on him. I leaned towards him and said (always looking up!) in a suggestive tone:
- Well, hello there… (I’m paraphrasing, because I might have used the word ‘gorgeous’, but this is a family blog).
You guessed right: it wasn’t him. It was just another guy, whose face I never cared to check. I apologized laughing and explained –in the most ‘normal’ tone I could think of, that I had gotten him confused with someone else. I don’t know if he bought it or not, because I immediately proceeded to leave the premises as soon as I could (insert slamming door and some smoke in here, like in those Benny Hill Show shorts).
Se me ocurrió la idea de comenzar una mini-serie de este tema luego de escuchar al coach de Caro preguntarle lo mismo a sus jugadoras. Como yo estaba ayudando ese fin de semana, tuve que contar una historia también, y fue un suceso enorme… lamentablemente.
Esto pasó hace muchos años (al menos 20!). Había ido al cine con algunos amigos; recuerdo al menos dos de ellos, Juan Pablo y María Marta (son hermanos y cantábamos juntos en el coro donde la conocí a Gaby). Luego de que terminó la película, me fui derechito para el baño.
Allí estaba, ocupado en mis (pequeños) asuntos, cuando noté que mi amigo Juan Pablo también había entrado y estaba parado –haciendo pichi– al lado mío. Ya que ambos éramos conocidos por ser los payasos del grupo, decidí hacerle una broma un poquito pesada. Me balanceé hacia donde estaba él y le dije (siempre mirando hacia arriba!), en un tono sugestivo:
- Holita… (Estoy parafraseando, porque es posible que haya usado la palabra ‘precioso’, pero éste es un blog familiar, che).
Han adivinado: no era él. Era otro tipo, cuya cara nunca me preocupé en chequear. Me disculpé riendo y le dije en el tono más ‘casual’ y ‘normal’ (además de varonil) que encontré, que lo había confundido con otro. No sé si se lo creyó o no, porque yo inmediatamente me las tomé del lugar (faltó el humito y el ruido de la puerta al cerrarse, como en el Show de Benny Hill).
Technorati Tags: Embarrassing moments
"holita", "precioso", "haciendo pichi", hmmm.
ReplyDeleteSeguro que fue una confusión ?
No te dijo "Tengo un negocio entre manos..."?
ReplyDeleteBwahahaha! Priceless.
ReplyDelete