Have a little heart

Like every year, the moment the Boreal summer kicks in, we go back to the same problem: PETA (People for Ethical Treatment of Animals) complaining about the seal hunting and accusing this country and its Government of being some bestial assassins for legalizing it. Always the same, showing a total indifference and lack of knowledge about the Inuit culture, for whom killing seals is not a sport but a simple way to survive. PETA says that they just complain about those who kill seals by shooting or clubbing them (in this case it would be the Inuit) because it’s ‘brutal and inhumane’. Well, please show me a ‘humane’  way to kill an animal. How do we do it, we use our ‘killer looks’? PETA will put up videos of really beautiful baby seals being brutally murdered by the ‘savage’ Inuit as if cows, lambs, etc weren’t beautiful too. As usual, an exaggerated narcissism coming from these groups that don’t seem to care about anything except people talking about them.

 

There was even more controversy a few days ago, because our Governor General dared to sit and share a traditional Inuit ceremony, one of whose main parts consists of eating a piece of (raw) seal heart. Michaëlle Jean (that’s her name) was up to the challenge and just picked up a tiny piece and gulped it, same as her husband, sitting by her side. What a statement of support to the native culture, don’t you think?

 

Beyond the fact that I would never eat a piece of seal heart (or any other animal’s heart) and I actually felt queasy about this, I liked what Jean did very much, not only for taking such a strong stand against the –generally misinformed– US and European governments, but also because she departed from that “Useless touring ambassador who’s only good for spending fortunes on travelling and clothes” image that the Governor General position had, something that was very efficiently fueled by her predecessor, Adrienne Clarkson.

 

By the way, PETA is always subject to many jokes from all over the world, who see them as a bunch of hippies that only complain when they know they’re going to be in the media. Not exactly like Greenpeace, a similar entity if you want, that does its job a little more anonymously. I know that my personal opinion about PETA is irrelevant, but I will go on the record anyway: they just are media frenzy people who will go against anything or anybody that will guarantee some publicity. Beyond my carnivore condition, I don’t like PETA at all, and I’m sick of their sanctimonious proclaim; it’s like they want us all to end eating tofu and roots. And this will fly until PETA realizes that plants are alive too. I like “Please Eat Twenty Avocados” more than the real acronym for them.

 

As shocking as it seemed, I applaud Mrs. Michaëlle Jean for having had the cojones to sit down and eat a piece of raw seal heart, like the Inuit do. That’s the way to make a point. Please see the video below, which of course is not for the faint of stomach. :-)

 

More about this: MacLeans magazine, Toronto Star newspaper

 

 

Como todos los años, en cuanto comienza el verano boreal en Canadá, volvemos otra vez al mismo tema: PETA (People for Ethical Treatment of Animals, o 'gente por el tratamiento ético de los animales’) quejándose por la matanza de focas y acusando a este país y su gobierno de ser unos asesinos bestiales. Siempre igual, mostrando un total desconocimiento y desinterés por la cultura de los esquimales (o más propiamente dicho, los Inuits) para quienes matar focas no es un deporte sino un simple método de subsistencia. PETA arguye que ellos se quejan de los que matan focas a tiros o a palos (en este caso los Inuit) porque es ‘brutal e inhumano’. Pues bien, muéstrenme una forma ‘humana’ de matar a un animal… Con qué lo matamos, con la indiferencia? PETA pone videos de hermosas foquitas que son masacradas por los salvajes Inuits, como si las vacas, ovejas, etc no fueran lindas también. Lo de siempre, un narcisismo exagerado por parte de estos grupos a los que en general no les importa nada excepto que hablen de ellos.

 

Hubo mucha controversia por estos pagos hace unos diez días, porque nuestra Governor General (la representante de la corona británica en el país) se atrevió a sentarse a compartir una ceremonia con los Inuits, en la que uno de los puntos principales es la ingesta de un pedazo de corazón (crudo) de foca. Michaëlle Jean (tal su nombre) se la bancó como una diosa y sin decir ‘agua va’ se empinó el pedacito, al igual que su esposo, sentado a su lado. Toda una declaración de apoyo a la cultura nativa, no les parece?

 

Más allá de que yo en mi vida me comería un pedazo de corazón de foca (u otro bicho) y el asunto me dio un poco de asquito, me cayó realmente muy bien la actitud de Jean, no sólo por tomar una posición tan fuerte y encontrada con los –por lo general desinformados– gobiernos de USA y muchos países de Europa, sino porque también termina de marcar un despegue muy grande de esa imagen de ‘Embajadora itinerante que no sirve para nada excepto gastar fortunas en viajes y ropa’ que tenía el cargo de Governor General, algo que fue alimentado con todo éxito por su predecesora, Adrienne Clarkson.

 

A propósito, PETA es objeto de muchas burlas en todo el mundo, y son vistos como un grupejo de hippies que se quejan sólo cuando saben que van a salir en los medios. Un poco el opuesto a Greenpeace, una entidad de carácter similar, que hace su trabajo un poco –sólo un poco más anonimamente. Mi personal opinión sobre PETA sé que no importa, pero igual la voy a dejar: son unos figurones que se meten con cualquier cosa que les dé publicidad, sepan o no –como en este caso– de lo que hablan. Más allá de mi condición de carnívoro, PETA no me gusta para nada y me tiene podrido con su proclama santurrona en la que quiere que todos terminemos comiendo tofu y raíces. Y esto hasta que PETA se de cuenta de que las plantas están vivas también. A mí me gusta “Please Eat Twenty Avocados” (“Por favor cómase 20 paltas”) como acrónimo más que el que escribí arriba.

 

Por controvertido que parezca, vaya desde aquí mi aplauso a la señora Michaëlle Jean por tener los cojones de haberse sentado y manducado un pedazo de corazón de foca crudo, a la manera de los nativos Inuit. Eso es hacer conocer una postura! Les dejo el video, que por supuesto no es para los flojos de estómago.

 

 

Technorati Tags: Canadian news,seal hunt,Michaëlle Jean,raw heart

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