We saw each other again today, after over three years, when we had met in very painful circumstances for me. Even more, before that last encounter, we hadn’t seen each other for over five years. That’s too much.
When I found out that he was very close from where I’m staying in Virginia, I thought “I gotta go see him again”. After all, and in spite of the distance, we had grown up together. Depending on the time of the year, we would see each other every week or two, or every day. We would spend a lot of time together and we got along really great (though there was that time when you almost killed me, though it was my fault, I was too careless). I missed your presence and your constant whispering. It was so good to see you again!
I was coming back to the hotel, after an extenuating day at work. It was 11:00 PM and I said to myself “What if I go see him? He’s just 10 miles away!”. I had some doubts, of course. “It’s crazy! You’re very tired!!! What if something happens because of your carelessness?”. But my lack of patience was stronger than me.
I drove those 10 mi. and then I arrived to Virginia Beach, where we would meet. Excited in spite of being really tired, I found a place to park and went out looking for him. I had seen his brother just last year, the one living in the West, but it wasn’t the same; I barely knew him (we had barely seen each other twice until then). I walked down towards a little road that was just by the beach.
I walked on the dry sand with difficulty (my knee was hurting so bad!) and then with care on the wet sand. We met, finally. I looked at him without saying a word, until I just got closer and touched him.
The water was cold, and it was a little windy. It was exactly 11:45 PM on a Tuesday, and I had just met again with somebody I had just realized how much I missed.
What a pleasure to see you again, Atlantic Ocean.
Two minutes later, I just turned around, got in the car and drove back to the hotel. If I come back next week –like they’re saying– I’m bringing my bathing suit and I will go swimming, even if it’s 2:00 in the morning.
With my friend the sea.
Hoy nos vimos de nuevo, después de un poco más de tres años, en que nos habíamos encontrado en circunstancias muy penosas para mí. Es más, antes de ese último encuentro, habían pasado más de cinco años sin vernos. Demasiado.
Cuando me enteré que estaba cerquita de donde estoy parando en Virginia, me dije “Tengo que ir a verlo de nuevo”. Después de todo, y a pesar de la distancia, nos habíamos criado juntos. Dependiendo de la época del año, nos veíamos cada una semana o dos, o todos los días. Pasábamos muchas horas juntos, y nos llevábamos realmente muy bien (a pesar de que una vez casi me matás, pero la culpa fue mía por imprudente). Extrañaba tu presencia y tu susurro constante. Por suerte nos pudimos ver de nuevo!
Volvía al hotel después de una jornada extenuante de trabajo. Eran las 11:00 PM y me dije “Y si voy a verlo? Está a sólo 15 km!”. Tuve algunas dudas, por supuesto. “Es una locura! Con lo cansado que estás!!! Mirá si te pasa algo por imprudente…” Pero mi impaciencia pudo más.
Manejé esos 15 km y llegué a Virginia Beach, donde nos encontraríamos. Entusiasmado a pesar de mi gran cansancio, busqué un lugar donde estacionar y salí a buscarlo. Hacía dos años había visto a su hermano, el del Oeste, pero no era lo mismo; a él prácticamente ni lo conocía (nos habíamos visto sólo dos veces antes). Salí a la vereda y con pasos raudos franqueé la distancia que me separaba de una callecita que estaba al borde de la playa.
Avancé caminando con dificultad en la arena seca (me dolía tanto la rodilla!) y luego con un poco de cuidado en la arena mojada. Finalmente, nos encontramos. Lo miré por un rato sin decir nada, hasta que en un momento me acerqué y lo toqué.
El agua estaba fría y hacía un poquito de viento. Eran exactamente las 11:45 PM de un martes y me había reencontrado con alguien a quien en ese momento me di cuenta extrañaba mucho.
Un gusto verte de nuevo, Océano Atlántico.
En dos minutos, pegué media vuelta, me subí al auto y me vine para el hotel. Si vuelvo la semana que viene –como dicen– me traigo la malla y me meto a nadar aunque sean las 2 de la mañana.
Con mi amigo, el mar.
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Muy bien relatado Gabreiel, me gusto!
ReplyDeleteInteresting topic. Very good blog! I'd like to interchange links with you: http://veinti2.blogspot.com ;)
ReplyDeleteJa, ja, me gusto el post, bien escrito. Saludos.
Nicely told, Gabriel. I grew up going to the Jersey shore almost every summer as a kid, and I'm delighted to be living so close to the ocean. The sea is very special, especially when it's been your friend for so many years.
ReplyDelete... y no preguntó por mi?
ReplyDeleteLa semana que viene lo veo de nuevo y le pregunto, Fafa...
ReplyDeleteMe encantó!!!!!!!!!!!!
ReplyDeleteEl relato estuvo bellísimo!
Aunque no soy de playas y arena a veces extraño al Caribe, dile a tu Océano que le mande saludos al Caribe por mi, si? :P
This was sweet..I was wondering who you were talking about, lol.
ReplyDeleteI miss the Atlantic Ocean more than words can say. I'm glad that you decided to take the drive :)
Biddie