Video addiction

My kids love videogames. I wish I could finish that last sentence with an ‘, especially…’ but the truth is that they all love them. Both Santi and Carolina have a Nintendo DS (though Caro had to wait until she turned 12 last month). Juan was ‘dying’ of envy, and there were lots of fights going on, as he was tired of begging for five minutes of usage, that would turn into 30 if his siblings were paying attention, or just three if they were. Luckily, his ‘cousin’ Tathy came to the rescue, and give him her own DS last Sunday, saying that she never used it…

 

Now there are virtually no fights, except for the fact that Caro’s DS is not working properly, and we will have to return it (I must do this tomorrow). But there is a problem: the kids take their DS to bed, and it’s almost impossible to know whether they are still playing or they’re finally asleep. Santi is particularly bad at this, so it’s no strange to hear one of us at 10:30 PM saying:

 

- Turn that thing off and go to sleep, or you won’t see it for a week.

 

Same happened last night. We were having a very late dinner, after I picked up Gaby from her Spanish classes. The kids were already in bed, of course (it was like 10:00 PM). Gaby went upstairs first, while I was booking hotel, etc for my trip this Sunday (I’m on my way to Virginia now). That’s when I heard Gaby saying:

 

- Don’t you guys think it’s too late for videogames?

 

I was intrigued by the way Gaby said it, and I even felt like she was amused about the whole thing. So I decided to find out more, and went upstairs to ask Gaby who she had caught. One was Santi, of course.

 

The other one was Florencia!

 

 

 

Mis chicos aman los videojuegos. Ojalá pudiera continuar esta frase con un ‘, especialmente…’ pero la realidad es que todos están completamente perdidos por ellos. Tanto Santi como Carolina tienen un Nintendo DS (aunque Caro tuvo que esperar hasta que cumplió 12 el mes pasado). Juan se estaba ‘muriendo’ de envidia, y había un montón de peleas al respecto, porque ya estaba cansado de tener que mendigar cinco minutos de uso, que se convertían en 30 si los otros dos no prestaban atención, o sólo tres si estaban alrededor. Por suerte para él, su ‘prima’ Tathy salió en su ayuda, regalándole su propio DS el domingo pasado, arguyendo que nunca lo usaba…

 

Ahora ya casi no hay peleas, expecto por el hecho de que el DS de Caro no anda bien, y vamos a tener que devolverlo (tengo que hacer esto mañana). Pero hay un problema: los chicos se llevan el DS a la cama, y es casi imposible saber si están jugando o durmiendo. Santi es el peor para esto, y no es extraño escuchar a uno de nosotros dos decir a eso de las 10:30 PM:

 

- Apagá esa cosa y ponete a dormir, o no ves el DS por una semana.

 

Lo mismo ocurrió anoche. Estábamos cenando muy tarde, luego de que la pasé a buscar a Gaby por sus clases de español. Los chicos ya estaban en la cama, por supuesto (eran como las 10:00 PM). Gaby subió primero, porque yo me quedé reservando hotel, etc para mi viaje este domingo (esta vez voy a Virginia). Allí fue que la escuché a Gaby decir:

 

- No les parece que es un poquito tarde para videojuegos?

 

Me intrigó la forma en que Gaby lo había dicho, y hasta me pareció detectar un tono divertido en su voz. Eso me decidió a averiguar más, por lo que subí a preguntarle a Gaby a quién había atrapado. Santi era uno de ellos, por supuesto.

 

La otra era… Florencia!

 

Santi and my niece Vale playing with their DS in Argentina – Santi y mi sobrina Vale jugando con el DS en Argentina

 

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