The picture you see above is one of the most iconic of the recent Canadian history. Back in July of 1990, a violent land rights dispute took place between the town of
Oka, Québec and the representatives of the
Mohawk nation living in the area. This conflict, that lasted for more than two months and caused three deaths (either direct or indirectly), was just the kick-off for a long series of publicized (and generally violent) face-offs between the Federal Government and the
First Nations people.
In theory, it all began in 1961, when a golf club was scheduled to be build on a portion of the lands belonging to the Mohawk, who filed a legal claim. But by the time somebody actually gave credit to this protest, construction of some greens and even a parking lot had already started, just next to a Mohawk cemetery. Sixteen years later (well, justice can’t be always fast!) the Mohawk’s claim was thrown away for lack of merit; to make the situation even more complicated, the mayor of Oka announced in 1989 that they were going to erect some luxurious townhouses in another section of these lands that evidently belonged to the Mohawk. That’s when the situation turned volatile.
Location of Oka, Québec (just outside of Montréal)
First the Sureté de Québec, and then the RCMP (Royal Canadian Mounted Police) were called to the scene, but both were quickly overwhelmed by the number, organization and aggressiveness of the protesters. Many agents were hospitalized, and –as we said– there were even a few deaths (a SQ agent and two elderly men –not native– whose deaths were indirectly derived from the conflict). After a lot of hostilities and even some funny situations (like when the fire hoses brought by the RMCP didn’t have the pressure to disperse the crowd, which caused the Mohawk to laugh at them and even throw… water balloons!), they finally reached an agreement, that including scrapping the plans of building those townhouses near the sacred grounds. Another consequence of this conflict is the creation of the
Aboriginal Police of Canada. But let’s go back to the picture above…
The man appearing in that picture was called Richard Nicholas, and he was immortalized by a famous Canadian Press photographer named Tom Hanson. This is not a posed picture, but rather taken in the middle of the incident; Nicholas appears defiant, standing on top of an overturned Sureté de Québec car. “Everybody has copies of this picture – it’s very significant to us”, said Sonya Gagnier, Nicholas’ cousin and a Kanesatake council. “It symbolizes everything we Mohawk stand for: strength, pride and the decision of continue fighting for our cause after all these years”.
Nicholas and Hanson never met, but fate united them in a tragic way. On Tuesday, March 10th, Nicholas died in a car crash near Oka. Oddly enough, the same police he had fought against in 1990 took care of the case. Nicholas was driving a truck that had a head-on collision with a car. People riding with him suffered non-life threatening injuries, but he had to be extricated from the car by the ‘jaws of life’ and died soon after. A few hourse later, Tom Hanson collapsed and died while playing a game of hockey with his friends in Ottawa. Both funerals were celebrated in different places, and nobody even noticed the coincidence until a relative of Nicholas saw the picture shown above on an obituary for Hanson posted on a blog and left a comment.
After the funerals, Nicholas’ body was taken to Kanesatake and laid to rest at Pines Cemetery, the very same Mohawk sacred land that was the center of the 1990 crisis, just steps away from the spot where him and Hanson met for first and only time, and the image that became an icon of the aboriginal rebellion in Canada was captured for posterity.
Esta que ven arriba es una de las fotos más icónicas de la historia reciente de Canadá. Allá por Julio de 1990, una violenta disputa por derechos de territorio estalló entre la población de
Oka, Québec y los representantes de la
nación Mohawk que viven en el area. Este conflicto, que duró más de dos meses, causó directa o indirectamente tres muertes, y fue el puntapié inicial de una larga serie de publicitados (y por lo general violentos) encuentros entre el Gobierno Federal y los ‘
First Nations’ (comunidades aborígenes establecidas desde antes de los tiempos coloniales).
En teoría, todo había comenzado en 1961, cuando un club de golf fue construido en una porción de las tierras que les pertenecen a los Mohawk, quienes accionaron legalmente. Para cuando finalmente dieron crédito a su protesta, ya habían comenzado la construcción de algunos greens y hasta un estacionamiento, justo al lado de un cementerio Mohawk. Dieciseis años después (y bueno, la justicia no puede ser siempre veloz) el reclamo de los Mohawk fue desestimado por falta de mérito; para complicar la situación un poco más, en 1989 el alcalde de Oka anunció la construcción de unos lujosos townhouses en otra sección de las tierras que evidentemente les correspondían a los Mohawk. Allí fue cuando la situación se tornó volátil.
Primero la Sureté de Québec, y despues la RCMP (Royal Canadian Mounted Police) fueron llamadas a escena, pero ambos fueron rápidamente desbordados por el número, la organización y la belicosidad de los protestantes. Muchos agentes fueron hospitalizados, y –como dijimos– hubo también algunas muertes (un agente de la SQ y dos personas mayores –no nativos– que murieron debido a consecuencias indirectas del conflicto). Luego de muchas hostilidades y hasta situaciones divertidas (como cuando las mangueras de incendio de la RMCP no tuvieron fuerza suficiente para dispersar a la multitud, lo que causó las burlas de los Mohawk, que hasta les arrojaron… bombitas de agua!), se llegó a un acuerdo, que incluyó la cancelación de la construcción de esas casas lujosas cerca del cementerio. Otra consecuencia de este conflicto fue la bienvenida creación de la
Policía Aborigen de Canadá. Pero volvamos a la foto de arriba…
Quien aparece en esa foto de arriba se llamaba Richard Nicholas, y fue retratado por un famoso fotógrafo de Canadian Press llamado Tom Hanson. Esta foto no es preparada, sino que fue tomada en medio de los incidentes; Nicholas aparece parado sobre un auto de la Sureté de Québec que ha sido dado vuelta por los rebeldes. “Todos tienen copias de esa foto – es muy significativa para nosotros”, dijo Sonya Gagnier, prima de Nicholas y consejera en Kanesatake. “Simboliza todo los valores a los que nosotros los Mohawk adherimos: fortaleza, orgullo y la decisión de continuar peleando después de tantos años, defendiendo lo nuestro”.
Nicholas y Hanson nunca se conocieron, pero el destino los unió de manera trágica. El martes 10 de Marzo, Nicholas pereció en un accidente automovilístico cerca de Oka. Curiosamente, la misma policía a quien él había combatido en 1990 se ocupó del caso. Nicholas iba conduciendo una camioneta que chocó de frente contra un automóvil. Los acompañantes sufrieron lesiones sin consideración, pero él pereció luego de haber sido extraído del auto por los bomberos. Unas pocas horas después, Tom Hanson colapsó y murió mientras jugaba un partido de hockey con sus amigos en Ottawa. Los funerales fueron celebrados en distintos lugares, y nadie se percató de la ironía del destino hasta que un pariente de Nicholas vio la foto de arriba en un obituario de Hanson en un blog y dejó un comentario en él.
Luego de los funerales, el cuerpo de Nicholas fue llevado a Kanesatake y sepultado en Pines Cemetery, la tierra sagrada Mohawk que fue el centro de la crisis de 1990, a sólo unos pasos de donde él y Hanson se encontraron por única vez y una imagen que se convirtió en un ícono de la rebelión aborígen en Canadá fue tomada y grabada para la posteridad.
Fuentes:
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I had to write a big fat essay about this!
ReplyDeleteI'm still learning about Canada's First Nations and it's not easy. The subject is touchy, especially in Quebec...Nicely written piece!
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