As I told you yesterday, it's now been eight years since I came to Canada. Some of you might have read the story I wrote last year, and talks about my first year in this beautiful country with Gaby and the kids (if you haven't, and you have time, here's the link). In there, I told you how I ended in Toronto without having planned for it; two days before I left Argentina, I had received a call from somebody at IBM who asked me if I knew of somebody able to work in Canada, as there was a position available immediately. I replied "Well, you must be kidding me; I'm leaving this Sunday, but I'm just making a stop in Toronto on my way to Saint John, New Brunswick". This person insisted in that I should stay in Toronto and go to the interview, as the job would be mine without a doubt. After long consideration with Gaby, we decided I would do so, but then it turned out they wanted to train somebody in Toronto, who would then go back to work in Argentina. That's pretty much how I ended there, completely unprepared for anything.
I arrived at the Lester Pearson on Monday, October 15th, and immediately started looking for a hotel. Not having an idea of how much I should expect to pay, I called several ones from the airport until I found one that was conveniently close and had an acceptable rate. I took a cab there and checked in at around noon.
This is the hotel where I stayed during my first few months in Canada - Este es el hotel en que viví en mis primeros meses en Canadá
Went up to my room and -instant reflex- turned on the TV. To my surprise, the first thing I watched on a Canadian TV was a very old boxing fight between Muhammad Ali and the Argentine Oscar Bonavena! Then I took a shower and I think I spent the rest of the afternoon watching TV in bed.
A few hours later, I felt hungry so I decided to put on my clothes and went out. Since I had my job interview at IBM Toronto the following day, I decided to go and rent a car, which I would also use to go to Niagara Falls on Wednesday and then to my brother's place that weekend for my niece's birthday.
On my way back home, I got lost trying to find the exit off the 409 Highway, in an area where there was some road work being done. Concerned about not being able to find my way, I didn't pay attention to my speed and soon enough I had a police car behind me... The policeman approached and asked me for my driver's license. I gave it to him and told him that I had just arrived in Canada that day and was trying to find my hotel.
"Really?", he said. And then he asked me where I was from. We spent about 15 minutes talking about ourselves, what was it like to live in Argentina and what was I expecting our lives in Canada to be, etc. I just couldn't believe the situation. In the end, he said "I wrote you a ticket, but it's going to be conditional. Once you get your Canadian driver's license, and if you don't have any incidents for two years, it will just go away". I check two years later, and that was the case, I never got to pay for that ticket.
The policeman then told me how to go back to my hotel, and we even shook hands. My first day in Canada had given me the chance to learn my first lesson: the police is there to serve and protect you.
If only it were like this everywhere!
Want to know more?
Click here for my "Coming to Canada" post series and here for the PDF file containing the whole story plus some pictures.
Como les conté ayer, han pasado ya ocho años desde que llegué a Canadá. Algunos pueden haber leído la historia que escribí el año pasado, y cuenta de mi primer año en este hermoso país junto con Gaby y los chicos (si no lo han hecho, y tienen tiempo para leer, aquí está el link). En ese relato, les conté cómo terminé en Toronto sin haberlo planeado; dos días antes de irme, recibí un llamado de alguien en IBM que me preguntaba si conocía a alguien que pudiese trabajar en Canadá, porque había una posición disponible inmediatamente. Respondí "Debe ser una broma, porque yo me voy este domingo! Hago una escala en Toronto pero mi destino final es Saint John, New Brunswick". Esta persona insistió en que me quedara en Toronto y fuera a la entrevista, porque seguramente me darían el trabajo. Lo consideramos largamente con Gaby y decidí hacer eso, pero después me terminé enterando que querían alguien para entrenar en Toronto, y luego mandar de vuelta a Argentina. Así fue cómo terminé allí, completamente desinformado y sin ninguna idea de cómo seguir.
Llegué al aeropuerto Lester Pearson el lunes 15 de Octubre y comencé a buscar un hotel inmediatemente. No tenía ni idea de cuánto debería pagar, así que llamé a varios hasta que encontré uno que estaba cerca y parecía tener una tarifa aceptable. Tomé un taxi y llegué cerca del mediodía.
Subí a mi habitación y -acto reflejo- encendí la TV. Para mi sorpresa, lo primero que vi en una TV canadiense fue una pelea muy vieja entre Muhammad Ali y el argentino Oscar Bonavena! Tomé una ducha y creo que luego me quedé mirando TV el resto de la tarde.
This is how we would watch TV before our furniture arrived from Argentina - Así mirábamos TV antes de que llegaran nuestros muebles de Argentina
Unas horas después, sintiéndome hambriento, me vestí y volví a salir. Como tenía mi entrevista en IBM Toronto al día siguiente, decidí rentar un automóvil, el que también usaría para ir a Niagara Falls el miércoles y luego a casa de mi hermano el fin de semana siguiente, con motivo del cumpleaños de mi sobrina.
Camino de vuelta a 'casa', me perdí buscando la salida de la autopista 409, en un área donde estaban construyendo. Preocupado por no poder encontrar mi camino, no reparé en la velocidad que llevaba, y por supuesto, pronto vi un patrullero encendiendo las luces detrás de mí... El policía se aproximó y me pidió mi licencia de conducir. Se la dí y le expliqué que acababa de llegar a Canadá y estaba tratando de encontar mi hotel.
"De verdad", dijo. Y luego me preguntó de dónde venía. Nos pasamos los siguientes 15 minutos hablando de nosotros mismos, cómo era mi vida en Argentina y qué es lo que esperaba de nuestras nuevas vidas en Canadá, etc. Yo no podía creer la situación. Al final, me dijo "Ya te escribí una multa, pero va a ser condicional. Cuando obtengas tu registro canadiense, y si no tienes incidentes por dos años, el ticket desaparecerá". Chequeé dos años más tarde, y así fue nomás, nunca tuve que pagar esa multa.
El agente me dijo entonces cómo llegar a mi hotel, y hasta nos dimos la mano cuando me dijo "Bienvenido a Canadá, tenga Ud. buenas noches". Mi primer día en Canadá me había enseñado mi primera lección: la policía está para protegerlo y servirlo a uno.
Si sólo fuese así en todas partes!
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Gabriel,entraňable como siempre, alzo mi copa para brindar por tus (sus) 8 aňos en Canadá !!Alfonso
ReplyDeleteGabriel, yo me leí la serie de post completita, es muy interesante todo lo que tuvieron que pasar.Me imagino la satisfacción que deben sentir al vivir en un lugar donde uno se siente seguro.Saudos
ReplyDeleteFelicitaciones a vos y tu familia por estos 8 años.Cada vez que leo la historia de tus primeros días en Canadá, me agarra "cosa".Por supuesto que elegiste un lugar espectacular para vivir.
ReplyDeleteQUe bonito eso del polica... en cuanto a la serie de posts la lei hace meses cuando descrubrí tu blog, pero he decidido leerla hoy nuevamente a ver como me parece ahora que se un poco mas de ti!Un abrazo grande
ReplyDeleteHola que tal...primera vez que leo tu blog, llegue aqui por fran y romi y la verdad que tu historia es conmovedora hasta las lagrimas se me salieron...Pero lo mejor es la moraleja que dejas con tu relato del primer año en canada Fuerza, Valentia y sabiduria para enfrentar las cosas buenas y malas que se nos presenta en el camino.Felices 8 años en Canada :)Saludos desde VenezuelaMarisol
ReplyDeleteFelicidades!OCHO a&os es un cantidad respetable.El inicio el MUUY dificil para todos.Como veras me estoy poniendo al corriente de tus posts recientes que me habia quedado sin leer.Dormir en el piso en colchones inflables es casi un obligado cuando llegas, pocos se salvan de esa experiencia.Cuando la recuerdas con la familia es un recuerdo agridulce que nos une y nos hace sentir muy cerca por haber pasado esas experiencia juntos, haber tenido la fortaleza para continuar y no cejar en el intento.SaludosArturo
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