She said it! I win...

Me and Florencia have been playing this game for almost a year now. It's simple: if I can get her to say 'dog' or its equivalent in Spanish ('perro'), then I have the right to chase her around the house and then tickle her once I capture her. Florencia is very -very- smart, so to our surprise -and enjoyment- it has been virtually impossible for me to make it say any of the two words. And boy, did I try!

 

No matter how I try to fool her, and how casual I look about it, she will guess what my intentions are immediately. She has become so smart that she will avoid saying the word even when we're talking about a completely different subject, or somewhere else, let's say in situations in which you could say there's no way we're playing. I have to be honest, I was very frustrated about it, but I caught a break on Tuesday.

 

I asked her to repeat my words and then we started playing the ping pong: casa (house) - auto (car) - gato (cat) - nene (boy)... She repeated every word, but when I said 'perro' her eyes just got bigger and I couldn't hear a peep.

 

I switched to English and said pretty much the same words. Then, to my surprise, I caught her off guard and she said 'dog'! I win! I win! I beat a four year old!

 

I know. It's so sad...

 

 

Florencia y yo hemos estado jugando a este juego por casi un año ya. Es simple: si puedo hacer que diga 'perro' (o su equivalente en inglés, 'dog') entonces gano el derecho a perseguirla para hacerle cosquillas. Florencia es muy -muy- inteligente, así que para mi sorpresa -y regocijo- ha sido casi imposible para mí pescarla diciendo una de estas palabras. Y miren que he tratado!

 

No importa cómo la trate de engañar o cuán casual parezca todo, ella siempre adivina mis intenciones casi de inmediato. Se ha puesto tan 'viva' que evita decir esa palabra incluso en conversaciones sobre otro tema o cuando estamos en otro lado, es decir cuando es obvio que no estamos jugando. Tengo que confesar que estaba muy frustrado al respecto, pero finalmente tuve mi oportunidad el martes.

 

Le dije que repitiera mis palabras y empezamos el ping pong: casa (house) - auto (car) - gato (cat) - nene (boy)... Repetía todo lo que yo decía, pero cuando dije 'perro' sus ojos se agrandaron y no dijo ni pío.

 

Pasé al inglés y dije las mismas palabras. Entonces, para mi sorpresa, la agarré con la guardia baja y dijo 'perro'! Gané! Gané! He derrotado a una nena de cuatro años!

 

Sí, ya sé. Qué triste lo mío, no?

 

 

 

 

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