This is an old "Tell me Thursday", because it belongs to a Wordless Wednesday post that I had up more than a month ago (it was called "At the zoo"). However, I had said that I was going to write the story behind those cute pictures, so here I am... Better late than never!
I mentioned how our lives were back in Argentina both in my "Coming to Canada" and "The longest trip" series. Basically, I was working at IBM, and from 1997 and forward, I was working in close relationship with our colleagues in New Jersey. This caused me to have to observe their schedules (for example, working our holidays but observing theirs, or working from 11:00 to 20:00 instead of our 'normal' 09:00 to 18:00). As a consequence, I was never home before 20:30, and that was actually worse on Tuesdays and Thursdays, because I had choir rehearsal on those evenings. I was getting paid for them, so you will guess I was even more committed than usual.
Gaby's schedule wasn't better. She owned a pasta and pizza store very close from home (actually, they would make anything that begins with a 'p' and can make you fat: pizza, pasta, bread ['pan', in Spanish], desserts ['postres'], pies and even popcorn!). Her working week went from Tuesday to Sunday afternoon, only having Mondays off. She would come back home very late in the evening (like 11:00 PM) on weeknights and Saturday nights, and at about 05:00 PM on Sundays. Our idea of a 'long weekend' was a day and a half long (Sunday evening and Monday).
Both Gaby's schedule and mine had to be adapted once we started having kids, but one thing remained the same: weekends would be the busiest time of the week for Gaby and her brothers. As a consequence, I would be alone with the kids most of the weekend. A few times, my mother would come and pick them up at noon on Saturday and bring them back the following day, but most times it would be just me and those three little guys (Santi was around 4, Carolina barely 2 and Juan was a baby).
We would get up late on Saturday, so late that it was time for lunch already! Most of the times, we would have what we called a 'cowboy's meal': we would sit on the floor, in a round, and I would bring a big frying pan containing a thick stew made of ground beef, green peas (or beans) and eggs. We would eat off the frying pan, using big pieces of bread for help, and we would eat noisily (no burps, though, that's a sign of real bad education back home). I kept telling the kids that it was the way cowboys ate in the movies, and I would cite those Spaghetti Westerns I used to watch as a kid at the "Paris" Theatre in Necochea (Terence Hill's "Trinity" was my favourite character, and -of course- I have all the DVDs now).
After lunch, we would get dress and head out. Whether we were going bicycling, to the zoo, to the mall, or just to walk around, it was always interesting. And fun!
(To be continued)
Esta es una entrada vieja para el "Tell me Thursday", porque pertenece a un post de Wordless Wednesday post que subí hace más de un mes (se llamaba "At the zoo"). Como yo había dicho que iba a escribir la historia detrás de estas fotos, aquí está el post... más vale tarde que nunca!
Ya he contado un poco cómo eran nuestras vidas allá en Argentina tanto en mi series de posts titulados "Coming to Canada" como en "The longest trip". Yo trabajaba en IBM, y desde 1997 en adelante estaba en una relación muy cercana con mis colegas de New Jersey. Esto causaba que yo tuviera que observar sus horarios (por ejemplo, trabajando durante nuestros feriados pero descansando en los de ellos, o trabajando de 11:00 a 20:00 en lugar del 'normal' de 09:00 a 18:00). Debido a esto, nunca estaba en casa antes de las 20:30, y se ponía incluso peor los martes y jueves, porque tenía ensayo de coro esos días. Como me pagaban por ellos, trataba de no faltar nunca.
Los horarios de Gaby no eran muchos mejores. Ella tenía una fábrica de pastas y pizza muy cerca de casa (en realidad, hacían todas las comidas que comiencen con la letra 'p' y te engorden: pizza, pasta, pan, postres, pasteles y hasta popcorn ['pochoclo' en Argentina]). Su semana laboral iba del martes al domingo por la tarde, tomándose los lunes libres. Volvía muy tarde los días de semana (como a las 11:00 PM), lo mismo que los sábados, y a las 5:00 PM los domingos. Nuestra idea de un 'fin de semana largo' era un día y medio (domingo a la tardecita y el lunes).
Tanto los horarios de Gaby como los míos tuvieron que adaptarse una vez que tuvimos hijos, pero una cosa continuó igual: los fines de semana eran los días más ocupados para Gaby. Como consecuencia de ello, yo pasaba gran parte del fin de semana solo con mis hijos. Algunas veces, mi madre pasaba a buscarlos al mediodía del sábado y los traía de vuelta al día siguiente, pero la mayoría de las veces eramos sólo los tres chiquitos y yo (Santi tenía 4 años, Carolina apenas 2 y Juan era un bebé).
Nos levantábamos tarde los sábados, tanto que ya era casi hora de almorzar! La mayoría de las veces teníamos lo que llamábamos 'comidas de cowboy': nos sentábamos en el piso haciendo un círculo, y yo traía una sartén grande conteniendo un guiso espeso hecho con carne picada, arvejas, a veces porotos (judías) y huevos. Comíamos directamente de la sartén, ayudándonos con grandes pedazos de pan, y haciendo mucho ruido (sin eructar, sin embargo, porque eso es signo de muy mala educación en mi país). Le contaba siempre a los chicos que así era la manera en que comían los cowboys de las películas que yo miraba de chiquito, por ejemplo los Spaghetti Westerns que miraba en el cine "París" de Necochea (las películas con Terence Hill haciendo de "Trinity" eran mis favoritas, y -por supuesto- tengo todos los DVDs correspondientes).
Luego de comer, nos vestíamos y salíamos. Dondequiera que vayásemos (a andar en bicicleta, al zoológico, al mall o aunque fuera a caminar), siempre eran salidas interesantes. Y divertidas!
(Continuará)
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Que buena forma de pasar el tiempo con los chicos!, a esa edad tienen muchísima imaginación y es divertido armarles historias con las cosas cotidianas.
ReplyDeleteSaludos.
beautiful pictures. full of memories. :)
ReplyDeletethanks for the visit. :)
Hijole!, como me hiciste recordar esos años de mi juventud, casi niñez cuando veía al gordo y al flaco Terence Hill; como me divertia en el cine cuando era la epoca de las permanencias voluntarias e ibamos a verlos darse de trompadas con todo el mundo.
ReplyDeleteUna que recuerdo mucho es donde la hicieron de policias, recuerdas el titulo?
Un abrazo.
Claro que me acuerdo, Hector! En Argentina se llamó "Dos superpolicías en Miami"...
ReplyDeleteAdemás de las películas de Bud Spencer y Terence Hill (difícil de creer que sean italianos, no? Siguen actuando en la TV de su país natal), mirábamos unas de unos cómicos franceses llamados "Los hermanos Charles" ("Les Charlots" en Francia). Los conoces?
Por lo visto no he sido el único "papá de tiempo completo". Me has hecho recordar los lindos momentos en que cuidaba solo a mi hija Susana, pues Alicia era la que trabajaba y yo estaba cesante. Entonces tuve que cocinar papillas, preparar el biberón, mudarla, vestirla, jugar, limpiarla, volver a cambiarla, acostarla, etc. Casi no me quedaba tiempo para mí, pero son momentos inolvidables.
ReplyDeleteMe imagino que habrás pasado por algo semejante. ¿Como eres para el cambio de pañales?
Andale!, esa pelicula, muy buena, y que bueno que me recordaste el nombre del gordo Bud Spencer. Cierto, son italianos, yo veia algunas de sus pelis en italiano con subtitulos en español, y luego pasaron a Hollywood, que buenos tiempos y que sana diversion, no crees? :{
ReplyDeleteCon el tema de los pañales, Jorge, digamos que no sólo se los he cambiado a mis cuatro hijos todo el tiempo, sino que también a al menos tres de mis hermanos y a muchos de mis sobrinos. Y a algunos hijos 'ajenos' también. Ningún problema en ese sentido...
ReplyDeleteHoy continuaré con la historia esta; espero poder poner mi post alrededor del mediodía. Lo tengo casi terminado pero no lo pude enviar anoche porque tuve que dejar mi laptop en la oficina corriendo un proceso (y yo estuve ocupado actualizando mi otro blog, el de mi equipo de futbol). Así que hoy voy a hacer una excepción y terminaré mi post durante mi break de almuerzo.
Hector, a mí me encantaban las películas de Trinity y Bambino, y siempre bromeamos con que Bud Spencer se parece a mi hermano Martin. Seguro que fueron buenos tiempos, la verdad es que añoro esas cosas.
ReplyDeleteRecién dejé mi contestación de más arriba (la de Jorge sobre los pañales) en tu blog por error. Evidentemente, no puedo leer más de una cosa a la vez. :-)
Y bueno, uno no es multitasking como las mujeres ;)
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